La candidatura de Auger, factor bumerán para el PP

La habilidad política de la lista de cinco candidatos presentada por el Partido Popular (PP) el pasado 29 de mayo para la renovación de otras tantas vacantes en el Tribunal Constitucional se ha vuelto contra el partido conservador a la hora de mantener, para la votación definitiva, al jurista que más justificaba la neutralidad política de su oferta: el magistrado Clemente Auger. El PP se ha aferrado a "toda su lista" cuando desde otros grupos se ha planteado a Auger como candidato definitivo.Por lo demás, serán los actuales miembros del alto tribunal los que emitan el dictamen solicitado por el Gobierno el pasado 13 de mayo sobre la necesidad o no de reformar la Constitución a causa del Tratado de Maastricht, que permite a los ciudadanos de la CE ser elegidos en los comicios locales. Fuentes del alto tribunal informaron que la decisión se tomará antes de mediados de julio y que si el Parlamento elige antes a los cinco magistrados a renovar, no tomarán posesión hasta que esté firmado el dictamen. El pleno ha designado ponente al magistrado Vicente Gimeno Sendra.

La introducción de Auger, actual presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, entre otros candidatos prestigiosos, pero más conservadores -Rafael Mendizábal, Manuel Alonso Olea, Cándido CondePumpido Ferreiro y José Gabaldón-, fue la prueba definitiva del nuevo estilo negociador del PP, que antes había ofrecido como candidato a su diputado Juan Luis de la Vallina, como el PSOE presentaba a juristas que le están inequívocamente vinculados, como Pedro de Vega.

El problema surgió cuando, a la hora de conciliar esos nombres con otros, desde algunos grupos se planteó la reelección de Gabaldón y la elección de Auger, junto a otros dos candidatos propuestos por el PSOE y por CiU y también desvinculados políticamente de ambos partidos.

El PP se replegó a "toda su lista", aun sabiendo que carece de votos por sí mismo para alcanzar los 210 necesarios en el Congreso, y sin atreverse a mantener la candidatura de Auger, sino ahorrándole al PSOE rechazarla.