González espera que Dinamarca acepte una Europa a 11

ENVIADO ESPECIAL,El presidente del Gobierno español, Felipe González, esbozó ayer una posible solución al escollo danés en el camino de la construcción europea, consistente en que "Dinamarca dé su acuerdo para que se siguiera adelante a once" a partir de 1993. En un receso de su visita a la ciudad boliviana de Potosí, González se prestó a hacer algunos comentarios sobre las "turbulencias" que atraviesa la CE.

El 2 de junio, los daneses rechazaron en referéndum el Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea que, en teoría, debería entrar en vigor a principios de 1993, cuando haya sido ratificado por los Doce Estados que lo han suscrito. Dinamarca no lo podrá ratificar.González rehusó comprometerse demasiado sobre posibles soluciones de la crisis provocada por Dinamarca. "El mecanismo jurídico será complejo", afirmó, "y aún no he analizado a fonto la cuestión".

"Creo", añadió, "que lo importante ahora es que la decisión política [de seguir adelante] parece muy firme y, por tanto, se hallarán los mecanismos jurídicos" que lo permitan. "Algunos son demasiado sofisticados y no los quiero ni siquiera exponer", dijo. Sin embargo, explicó que esos mecanismos "parten de la base de la denuncia del Tratado de Roma [que dio lugar a la CEI y su ratificación a once" para crear así una nueva Comunidad sin Dinamarca. "Esto sería una formalidad pero una formalidad que tiene su sentido".

Aunque, según fuentes diplomáticas, González defendió la celebración de una cumbre extraordinaria de los Doce tras el voto danés, ayer mostró comprensión, por la decisión del presidente del Consejo Europeo, el portugués Anibal Cavaco Silva, de no convocarla.

"Ahora", reveló, "se está intentando. hacer una cena entre los responsables comunitarios en Río de Janeiro" a la que no podrá asistir el primer ministro danés, Poul Schlueter, que permanecerá en Copenhague para afrontar la crisis. Haya o no cena, González tiene previsto entrevistarse en Río con el canciller alemán, Helmut Kohl.

"¿Teme González que el síndrome danés acapare el Consejo Europeo ordinario de finales de mes en Lisboa?, le preguntaron ayer. "No creo que vaya a afectar; en eso también hay bastante claridad por parte de Cavaco". "No se va a alterar", insistió, "ni un minuto la agenda" que incluye un debate sobre un incremento de un tercio del presupuesto de la CE de aquí a 1997 con vistas a crear, desde 1993, un fondo de cohesión del que se beneficiarán principalmente España y Portugal. Aunque reconoció que el revés danés "perjudica al desarrollo del Tratado de Maastricht" se mostró convencido de que el aumento de la finaniciación de la CE "va a salir" aprobado a finales de año.

Para González, las amenazas que pesan sobre Maastricht "no le plantean gran preocupación" a la hora de aplicar en España el plan de convergencia. "Quiero decir que, más allá del compromiso de Maastricht, un proceso de convergencia de esa naturaleza es necesario para España". "Por tanto no creo que eso nos pedudique [al Gobierno]".