España, en alerta roja

Sobre deforestación, empobrecimiento del suelo y desertización, la cuenca mediterránea, y sobre todo España, tiene mucho que decir, padecer y hacer. Este, según el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, es el problema ecológico más importante que tiene planteado España. Según el Icona, el 53% de los suelos españoles (unos 27 millones de hectáreas) sufre tasas de erosión grave o muy grave. Siete millones de hectáreas (lo que significa un 13% del territorio) corren el riesgo de llegar a la total desertización en un plazo no demasiado largo. Las provincias de Almería, Murcia, Granada y Madrid ocupan los primeros lugares en pérdida de suelo fértil. Las comunidades de Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia -esta última muy azotada por los incendios en los últimos años- presentan también situaciones altamente preocupantes. Más de 15 millones de hectáreas de cultivo de secano necesitan urgentemente alguna técnica de conservación de suelo. A todo ello se añaden las 100.000 hectáreas arboladas que cada verano se queman en España.El catedrático Francisco López Bermúdez, presidente de la Sociedad Española de Geomorfología, da un dato estremecedor sobre la repercusión de las grandes tormentas y la formación de torrentes que devoran las tierras: mientras una tasa aceptable de erosión para la mayoría de los suelos oscila entre una y diez toneladas por hectárea y año, "algunas tormentas mediterráneas pueden hacer perder entre 50 y 200 toneladas por hectárea en pocas horas. En 1973 se llegó a registrar una pérdida de hasta 2.000 toneladas en el sureste de España en una hora".

Roy P. C. Morgan, presidente de la Sociedad Europea de Conservación de Suelos y que ha estado en España para participar en un seminario sobre los procesos de erosión, organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Sociedad Española de Geomorfología, también destaca la problemática situación de otras dos zonas europeas fuertemente amenazadas: "Los terrenos arenosos y de löess del norte de Europa, y la zona alpina, donde la erosión está asociada con las prácticas de ocio, especialmente con las pistas de esquí".