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El rock duro del grupo Guns N'Roses abre en París su espectacular gira europea

La banda norteamericana actuará próximamente en Sevilla y en Madrid

El grupo norteamericano de rock duro Guns N'Roses abarrotó en la tarde noche del sábado el hipódromo parisiense de Vincennes, actuando frente a unas 50.000 personas. La banda de Axel Rose y Slash está de gira por Europa desde el pasado 16 de mayo, y había preparado con especial mimo el concierto de París, en el que participaron como invitados Lenny Kravitz y Steven Tyler y Joe Perry (cantante y guitarra, respectivamente, de Aerosmith). Guns N'Roses actuará en España los próximos 30 de junio (Sevilla) y 4 de julio (Madrid).

Hospedado en uno de los hoteles más lujosos de París, el controvertido grupo se esforzó a través de Slash, su portavoz, por ofrecer a la prensa una imagen de chicos buenos con ganas de olvidar los escándalos protagonizados en un pasado aún reciente. Tal parece que la banda ha creído oportuno marginar al menos en público su tendencia a los excesos, esforzándose exclusivamente en un espectáculo de grandes proporciones.Y eso es en concreto lo que hicieron en París a través de un concierto de cifras superlativas. En su caso no se trató tan sólo de un show de proporciones faraónicas, sino que también alcanzó a la propia duración de su recital, que sin un orden preestablecido de canciones alcanzó las dos horas y media.

El público era mayormente joven y duro, mostrando una indumentaria que en la mayoría de los casos se apartó muy poco del tejano, la camiseta de grupos heavys o de thrash metal, la chupa y el pañuelo pirata anudado en la cabeza. Personal de aspecto rudo que pudo gozar de una organización impe cable, que dispuso en el recinto un sinnúmero de elegantes ba res en los que, eso sí, sólo era posible adquirir bocadillos, refrescos y cerveza sin alcohol Curiosamente, en París el rock es contención y Perrier, y en esta línea los invitados disfrutaron de un servicio de orden vestido con americana y corbata, así como de elegantes azafatas de agencia cara que obsequiaban rosas a las féminas. En definitiva, un ambiente que en nuestro país es más propio de Julio Iglesias que de una banda como Guns N'Roses.

Otras 18 piezas

Tras las actuaciones de los grupos norteamericanos Soundgarden y Faith No More, Guns N'Roses atacó los primeros acordes de Its so easy a 20.15, y se despidieron con Asradise city a las 22.45. En medio, otras 18 piezas, entre las que estuvieron casi todos sus éxitos. Además, versiones de A ttitude (Misfits) y Wild horses (Stones), El padrino (solo de Slash), amén de Always on the run con Lenny Kravitz, Mama Y kin y Train kept a rollin con los pletóricos líderes de Aerosmith. Jeff Beck, que iba. a interpretar Locomotive no pudo finalmente hacerlo a causa de una indisposición física.El aspecto visual del concierto se vio lastrado porque la luz diurna sólo se extinguió cuando éste ya había consumido más de hora y media, de forma que las luces y pantallas laterales de vídeo se dejaron notar en la parte final. Axel Rose, cambiándose constantemente de ropa aunque siempre con shorts, se tiró buena parte del concierto tras el escenario, donde se reponía de sus constantes carreras. Slash fue más generoso con el público y mantuvo el tipo en escena durante toda la actuación.

Largas introducciones y finales de piezas, dilatados lapsos entre tema y tema, prolongados solos instrumentales y potente sección de metal y coros fueron la nota musical dominante. Muñecos hinchables en Welcome to the jungle y efectos pirotécnicos en otras cuantas canciones marcaron el cénit visual del que quiere ser el mayor espectáculo rockero de esta temporada.

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