La policía cree que los explosivos usados por ETA en los últimos años han sido fabricados en Francia
La policía está convencida de que todos los explosivos que ETA ha usado mediante coches bomba o cartas bomba en España en los últimos años han sido fabricados en Francia y que el piso de los etarras desmantelado el viernes en la capital francesa era el primer eslabón de la cadena de fabricación de explosivos, que incluye otros dos lugares para elaboración y almacenaje. Los 25 kilos de polvo de aluminio encontrados en el 116 de¡ bulevar de Charonne, en el distrito 20 de París, daban a ETA la capacidad para elaborar hasta 500 kilos de amosal, según fuentes policiales. Tal volumen de explosivos puede destruir un estadio de fútbol o servir para perpetrar 20 atentados como el del miércoles contra el cuartel de la Guardia Civil en Lerma (Burgos).
La policía sospecha que el piso de ETA localizado el pasado viernes en París con elementos para la fabricación de explosivos era el punto de recogida de todos los materiales comprados por la organización, y no sólo un lugar para confeccionar cartas bomba. Desde este primer eslabón de la cadena, el material era enviado a una localidad situada a mitad de camino entre París y el País Vasco francés -que la policía aún desconoce- para su mezcla y posterior fabricación del amosal, que, a su vez, era trasladado a algún lugar del País Vasco francés para su almacenamiento y distribución.La detención el pasado viernes en París del presunto etarra Miguel Ángel Gil Cervera, que había heredado parte de las responsabilidades logísticas del dirigente detenido José María Arregui Erostarbe, Fitti, condujo al piso de una francesa, también detenida, Anik Lagadek, con la que mantenía relaciones.
En este inmueble la policía francesa halló 50 kilos de dinamita, 25 kilos de polvo de aluminio, medio kilo de nitrato amónico, 37 detonadores eléctricos y media docena de cordones detonantes de 125 metros cada uno. Aunque inicialmente se difundió que ese piso -en el que fue detenido el supuesto activista José Ignacio Iruretagoyena- era sólo el centro de confección de cartas bomba de la banda, fuentes de la lucha antiterrorista han indicado que su importancia es mucho mayor.
Según la hipotésis que maneja la policía española, cuyas pesquisas en torno a esta operación han sido decisivas, Gil Cervera se encargaba de centralizar las compras de los diversos materiales necesarios para la fabricación de los explosivos. En este sentido se sospecha que las compras se realizaban a través de ciudadanos franceses. No se descarta en medios policiales que tal fuera el papel de la francesa detenida Anik Lagadek.
Un lugar secreto
Una vez adquiridos todos los elementos para la confección de explosivos, eran escondidos en dicho piso. Posteriormente, según las citadas fuentes, todo este material era enviado a un lugar secreto situado presuntamente en una zona a mitad de camino entre París y el País Vasco-francés.
En este lugar, verdadera fábrica de explosivos de ETA, activistas de la banda realizaban la mezcla de los elementos para fabricar el amosal: polvo de aluminio, nitrato amónico y sal. Para tal elaboración no se requieren grandes conocimientos, según fuentes policiales, y no se descartan que intervinieran en esta segunda fase del proceso, algunos de los ya detenidos en París.
Posteriormente, en una tercera fase del proceso, el amosal fabricado era trasladado a un almacén oculto en el País Vascofrancés. Desde allí, elementos de ETA de la máxima confianza, extraían las cantidades requeridas por los distintos comandos y las entregaban a unos activistas que se encargaban de la redistribución, sin que estos últimos supieran nunca dónde se ocultaba tal superzulo, que se supone algo desabastecido ya, y cuya localización obsesiona al Ministerio del Interior español.
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