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Azúa propone la creación de una nueva mesa entre administraciones, sindicatos y empresa para Acenor

El vice lehendakari vasco, Jon Azúa, propuso ayer en el parlamento vasco la creación de una mesa conjunta entre la Administración central y la vasca, los sindicatos y la empresa para reconducir de nuevo el problema de los aceros especiales ante la incertidumbre creada por la ruptura del acuerdo entre las Administraciones central y vasca para el traspaso de Acenor al Gobierno autónomo. Ambas partes se acusan de falsear e incumplir el preacuerdo, mientras los sindicatos afrontan la nueva fase de la segunda reconversión con poca confianza.

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Claudio Aranzadi, ministro de Industria, cree que el plan Novanor -el del Gobierno vascosupone un -sobrecoste" frente al de Sidenor -el de Industria- que le impide a Azúa cuadrar los números. Ambos discrepan en cómo sacar al sector de su crisis. Por su parte, Jon Azúa, declaró ayer que es posible que hayan existido presiones ajenas al Ministerio de Industria para acabar rompiendo el acuerdo, informa Pedro Gorospe. Sobre la procedencia de estas presiones no quiso precisar nada aunque apuntó que "podrían venir de la empresa o los sindicatos". Azúa señaló que en los próximos días se van a conocer las claves del por qué nofue posible un acuerdo. En la comparecencia de ayer ante la comisión de la Cámara vasca, Azúa ofreció a los partidos toda la documentación presentada en la negociación, aderezándola además con una prolija explicación de los términos del acuerdo. Reiteró el compromiso de elaborar en menos de un mes un plan de actuación "para evitar que los aceros especiales vascos puedan desaparecer".

Desde el Ministerio de Industria se considera que el Gobierno vasco ha perdido su oportunidad por no hacer bien los números. "Han llegado a la conclusión de que llevar adelante su plan alternativo implica un sobrecoste respecto al plan de la Administración central. Eso deberían haberlo pensado antes de llegar al acuerdo de cesión", ha argumentado en varias ocasiones Aranzadi. El titular de Industria puntualizó tras la ruptura del acuerdo que la Administración había excluido "expresamente correr con los costes de saneamiento laboral de las empresas privadas Pesa y Afora" y que no constituín "objeto de transacción la forja libre de Basauri, las acerías de Llodio y Hernani, ni las sociedades participadas por Acenor que no sean objeto de acuerdo final", según recogía el preacuerdo.

Azúa ha desmentido esta visión del acuerdo y ha acusado a la Administración de rebajar en 1.000 millones los 18.500 millones que se había comprometido a destinar para los excedentes laborales y la incorporación de una forma de pago fraccionada en tres años. Además, criticó que los 11.000 millones dedicados a sufragar las pérdidas de Acenor de 1992 y 1993 no se contemplen como dinero líquido, sino sólo en términos contables.

A la espera de que la consejería vasca de Trabajo haga un informe sobre el expediente de rescisión de contratos, los portavoces de ELA, UGT, CC OO y LAB reclaman a la dirección de Acenor la reapertura del diálogo para evitar el impacto del plan Sidenor. En ELA, las razones ofrecidas por Azúa han sido suficientes para explicar la ruptura. "Cuando del acuerdo verbal se pasó a los papeles empezaron las discreparicias", dicen.

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