_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las contradicciones de Israel

Tahar Ben Jelloun

Algún día, judíos y árabes vivirán juntos y en paz. Es un sueño. Y para soñar hay que dormir. Los dos millones de palestinos de los territorios ocupados han tenido tiempo, entre el miércoles 6 de mayo y el viernes 8 de mayo, de dormir y tener bellos sueños: con ocasión del 440 aniversario de la creación del Estado de Israel, todos los palestinos han sido retenidos en sus lugares de residencia, es decir, en los territorios ocupados en junio de 1967 y que Israel se niega a devolver a los árabes. Toque de queda, prohibición de trasladarse y de trabajar. Durante ese tiempo, los 4.200.000 israelíes de confesión judía estaban en fiestas.Al mismo tiempo, el 7 de mayo, un gran escritor árabe, Emile Habibi, recibía el máximo premio literario del país, el Premio de Israel. El premio recompensa la obra de ese novelista palestino de Haifa. Es una obra que critica al Estado de Israel, su política de ocupación y de colonización de los territorios árabes. El arma de Emile Habibi es el humor y la ironía. Sus novelas son a menudo fábulas que desmontan el sistema de represión de la policía y del Ejército israelí. Además de sus libros, Habibi publica crónicas en los diarios palestinos en las que cotidianamente da testimonio de cómo viven, o, mejor dicho, sobreviven sus compatriotas. Ha sido diputado en la Kneset (Parlamento) por el partido comunista israelí. Ha dejado el partido, pero sigue siendo un resuelto humanista y un defensor de la causa de su pueblo.

Según varias organizaciones de derechos humanos, las "unidades especiales" del Ejército israelí torturan o liquidan a todo palestino sospechoso de ser terrorista. El general Danny Yatom, comandante en jefe de las fuerzas estacionadas en Cisjordania, confiesa que "debemos ser los primeros en tirar"!, y fue así como reconoció que sus hombres han matado desde enero de 1992 a 22 palestinos, herido a 87 y detenido a 1.400. El profesor palestino que fue asesinado el 11 de mayo en su escuela de Gaza, ante 40 alumnos, por cuatro individuos enmascarados, no podía tirar el primero: no estaba armado más que por su sabiduría, que transmitía a los niños.

Y todo esto ocurre como en un escenario teatral, respetando las unidades de lugar y tiempo. Se recompensa a un escritor, laureado hace ya dos años. con el premio literario palestino Al Quds (nombre árabe de Jerusalén) que le fue entregado en El Cairo por Arafat, y se instaura el toque de queda. Un ex ministro y jefe del partido de la extrema derecha Tehiya, también laureado con el Premio de Israel, protestó durante la ceremonia, justo en el momento en el que Emile Habibi daba la mano a Isaac Shamir, campeón de la intransigencia y de la negación del hecho palestino.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Serán probablemente las contradicciones de Israel las que acabarán por llevar la paz a esa región. No olvidemos que más de la mitad de los israelíes están dispuestos a devolver los territorios ocupados a cambio de la paz. Shamir no forma parte de esta categoría. Pero, como ha dicho Emile Habibi, "con este premio hay un cambio en el espíritu de Israel" . El escritor palestino de nacionalidad israelí ha anunciado que empleará los 8.000 dólares del premio en una obra de rehabilitación para niños palestinos heridos durante la Intifada. Otra contradicción más que ilustra el conflicto. Como el personaje principal de su novela más conocida, El Peptismista (contracción de dos estados de ánimo, entre el optimismo y el pesimismo), Emile Habibi juega con sutileza con los fallos de un sistema que quiere aliar democracia y colonización. Es una contradicción de tamaño natural que ya no es viable.

Este premio es importante. Tiene una dimensión simbólica. El que hoy lo recibe no consiente concesiones a Israel. Lucha por la paz y la justicia que hay que dar algún día al pueblo palestino. Lo hace mediante sus palabras y su humor. Se nos dice que el secretario general de la Unión de Escritores en los territorios ocupados ha considerado que el Gobierno israelí había querido "recompensar a un hombre que ha tomado partido contra Irak durante la guerra del Golfo más que honrar la literatura palestina". ¡Qué importa! Emile Habibi es un escritor de talla internacional, está traducido a varias lenguas. Son su talento y su grande y bella literatura los que han sido recompensados.

Tabar Ben Jelloun es escritor marroquí, premio Goncourt de novela en 1987.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_