La defensa siria entra en acción contra la aviación israelí en el sur de Líbano
Aviv Por tercer día consecutivo la aviación israelí bombardeó ayer las bases de Hezbolá en el valle de la Bekáa, en el Líbano bajo control militar sirio. Los cañones de la defensa antiaérea siria abrieron fuego contra los aviones y helicópteros de combate israelíes. Además, 15 nacionalistas árabes resultaron ayer heridos en los enfrentamientos con soldados israelíes en los campos de refugiados palestinos de Jan Yunes, Yebalia y Shati, en la franja de Gaza.
"La situación amenaza con escapar a todo control", escribía ayer Zeev Schiff, el prestigioso comentarista militar del diario israelí Haaretz, al referirse a la posibilidad de que estos enfrentamientos sean el inicio de una nueva guerra en Líbano. Uno de los bombardeos efectuados por la aviación israelí el lunes contra el sur de Líbano causó la muerte de Yasir Nasur, uno de los dirigentes de Hezbolá, así como de su mujer y dos hijas. Los dirigentes israelíes se megan a participar en un duelo verbal con el Gobierno sirio, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Faruk al Shara, ha puesto públicamente en guardia a Israel contra los peligros de una nueva guerra.
Los portavoces del primer ministro israelí, Isaac Shamir; del ministro de la Defensa, Moshe Arens, y del ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, compiten con declaraciones tranquilizadoras en las que se subraya la voluntad de paz de Israel y se invita al presidente sirio, Hafez el Asad, a que haga uso de su poder para "lograr el cese de los ataques de Hezbolá".
Según informaciones de Tel Aviv, la defensa sirla disparó ayer contra los aviones israelíes, pero los obuses no alcanzaron sus objetivos. "Aparentemente, los oficiales de lit defensa siria habían recibido órdenes estrictas de fallar sus objetivos", aseguran expertos militares israelíes.
El presidente sirio es considerado en Jerusalén como un adversario coriáceo, pero prudente, que no se deja cegar nunca por la emoción, ni siquiera por su odio hacia Israel.
Además, los expertos consideran que no se puede comparar la situación actual con la que reinaba en Líbano en la primavera de 1982, en vísperas del ataque israelí contra el sur de este país. Entonces, las ciudades y aldeas del norte de Israel se enfrentaban a miles de combatientes palestinos atrincherados en sus posiciones fortificadas situadas a lo largo del sur de Líbano. Hoy, en cambio, las milicias palestinas están desarmadas y prácticamente inexistentes en la frontera con Israel, mientras que las bases de Hezbolá se: hallan más al este, en el valle de la Bekáa bajo control sirio.
Por otra parte, 15 nacionalistas árabes resultaron heridos de bala ayer en enfrentamientos con soldados israelíes en los campos de refugiados palestinos de Jan Yunes, Yebalia y Shati, según informaron fuentes palestinas.
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