_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

James Rosenquist, historico del pop

Apenas un año después de celebrarse una retrospectiva en el IVAM de Valencia, se exhibe ahora en Madrid una muestra comercial de la obra última del norteamericano James Rosenquist (Grands Forks, Dakota del Norte, 1933), una de las figuras emblemáticas del arte pop americano, que además tuvo una circunstancial influencia en nuestro país, allá por los sesenta, si pensamos en ciertas obras de, por ejemplo, Luis Gordillo. Poder contemplar en directo la obra de cualquier figura histórica relevante de la vanguardia, como lo es sin duda James Rosenquist, es todavía un acontecimiento en nuestro país, tradicionalmente alejado de los circuitos internacionales y carentes aún la mayor parte de sus museos de obras representativas, pero además tampoco se puede ignorar la actual corriente de revivalismo de las corrientes frías de los sesenta, lo que refuerza la oportunidad de la convocatoria.

James Rosenquist

Galería Weber. Alexander y Cobo.Doctor Fourquet, 12. Madrid, desde el 15 de mayo de 1992.

Por otra parte, a diferencia de otras figuras consagradas, Rosenquist da la impresión de haber evolucionado sin estereotipación ni alocamiento, de una forma sólidamente coherente. Ha actualizado los iconos, lo que es fundamental en alguien esencialmente preocupado por el paisaje de la cultura urbana cotidiana, pero ha preservado los elementos definitorios de su lenguaje, que continúa insistiendo en el gran formato horizontal, la fragmentación y superposición de imágenes, los colores brillantes y una suerte de distanciamiento metalizado, como lo que es visto a través de impresiones que parodian los procedimientos de impresión fotomecánica.

En este sentido, la exposición actual, cargada de una espectacularidad intencionada en el montaje, en el que ha intervenido directamente el propio artista, que ha venido a Madrid expresamente para ello, posee una estimulante frescura comunicativa, con cuadros deslumbrantes que hablan románticamente del paisaje en ruinas de los artefactos espaciales, de bosques florales macroscópicos o de estructuras atómicas y agujeros negros, como las cosas que pasan en la metáfora del cosmos, pero vistas -realizadas- a través de la óptica de los medios de masas. Es el universo del 2001, odisea en el espacio y de las imágenes del National Geographic o de cualquier revista de divulgación científica. Nuestra iconografía rutilante y, en definitiva, nuestro mundo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_