Un trío clásico
Emociona que, de salida, un músico exprese su deseo de tocar con una amplificación mínima. Esta postura indica que el artista se encuentra seguro de sí mismo y desea invitar al oyente a degustar la música en las mejores condiciones posibles a cambio, tan solo, de un pequeño esfuerzo de concentración adicional. Actitud tan razonable es hoy excepción y se da sólo en personajes de la especial calidad de Jenny Drew (Nueva York, 1928). Cualquiera que pudiera decir que ha escrito páginas del gran libro del jazz junto a figuras como Lester Young, Coleman Hawkins, John Coltrane y Miles Davis, entre otros, se echaría a dormir y sólo despertaría para pavonearse y zarandear los tímpanos de sus seguidores de vez en cuando. Drew puede decirlo, pero no cultiva la artimaña, sino el gran arte. Es un hombre tranquilo, que empieza sus conciertos con canciones que suenan a declaración de principios, y las enlaza con otras que relatan una historia, su propia historia. De cada capítulo se encuentra un retazo en su forma actual de tocar: del humor de Fats Waller y de la delicadeza de Teddy Wilson que marcaron sus principios; de las líneas ricas y nerviosas de los boppers que le ayudaron a evolucionar; del sosiego que le proporciona Copenhague, ciudad en la que reside desde 1964... Drew recuerda, y se explica discretamente, con economía de medios y sin añadir ni un solo adorno inútil. Su técnica es refinada y le bastan unas notas de blues apenas insinuadas para construir frases significativas y variadas, que modifican las melodías sin hacerles perder su sentido original, como hizo en la reexposición final del Blue bossa de Kenny Dorham.
Tribuna del jazz: la hora americana
Kenny Drew (piano), Niels-Henning Orsted Pedersen (contrabajo) y Alvin Queen (batería). Madrid. Galileo Galilei. Aforo lleno. Entrada libre. Jueves 21 de mayo.
Evidentemente, Drew necesita colaboradores de su altura, por eso se procura cuando puede la compañía de Alvin Queen y Niels-Henning Orsted Pedersen. Los tres son grandes músicos que encajan perfectamente en la concepción de un trío clásico y dejan al descubierto la debilidad de tantos clásicos tríos.
Babelia
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