El PP quiere someter el Cesid al control parlamentario

El portavoz del Partido Popular (PP) en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Javier Rupérez, pidió ayer al ministro de Defensa, Julián García Vargas, que rompa "la barrera psicológica" existente entre el Parlamento y el Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), permitiendo al director del servicio secreto militar comparecer ante el órgano legislativo.

García Vargas eludió contestar a la petición y sólo en los pasillos de la Cámara y ante la insistencia de los periodistas sobre si estaba dispuesto a someter al Cesid a algún control parlamentario, como sucede en otros países, respondió escuetamente:"Yo, desde luego, no me opongo a ello".

La solicitud de Rupérez fue formulada en una sesión de la comisión de Exteriores, a la que asistió, además de García Vargas, el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Ferriández; Ordóñez. La comparecencia estuvo consagrada al entrenamiento en Sierra Nevada, en febrero, de militares del Regimiento de Gibraltar, que motivó una protesta de Exteriores.

El PP había pedido la presencia de Emilio Alonso Manglano, director del Cesid, pero el teniente general no acudió -sólo ha intervenido en contadas ocasiones ante la comisión de presupuestos- y el portavoz popularse quejó de que García Vargas no hubiese accedido a ello. "No debería haber ninguna razón" para la negativa, afirmó Rupérez antes de solicitar al ministro que 11 se regularice la relación directa de la Cámara con el Cesid ( ... ) en la forma y en el momento que el Gobierno considere oportuno".

Visita

Rupérez se quejó amargamente de que la última promoción de alumnos de la Escuela Diplomática, entre los que figuran objetores de conciencia e insumisos, haya podido visitar recientemente y durante dos días las instalaciones del Cesid y que, en cambio, los diputados no hayan sido nunca invitados a conocerlas. "Se podrá organizar esa visita", respondió el ministro de Defensa, quien, sin embargo, evitó comprometerse a autorizar los contactos periódicos entre diputados y servicio secreto. Rupérez estaba también interesado en saber si el Cesid estaba al corriente de las excursiones de militares gibraltareños a Sierra Nevada. También en este caso obtuvo una respuesta evasiva. García Vargas afirmó que es "complicado" controlar a los cuatro millones de personas que cruzan anualmente la verja que separa La Línea de la colonia y recordó además que "no es misión de los servicios de inteligencia la vigilancia de fronteras".