Defensa no cree "razonable" someter el Día de las FF AA a decisiones sindicales

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, rechazó ayer en el Congreso el aplazamiento de la conmemoración del Día de las Fuerzas Armadas (FF AA), el próximo 28 de mayo, para evitar su coincidencia con la huelga general. "No es razonable" dijo, "posponer una celebración solemne sometiéndose a la decisión de otras entidades" en alusión a los sindicatos.

García Vargas, que compareció para explicar la Directiva de Defensa Nacional, aseguró que la fecha de los actos militares se fijó a finales de febrero y que este año se pretendía que tuvieran un realce especial, con la celebración de un desfile y una audiencia en el Palacio Real, debido a que la lesión de rodilla sufrida por el Rey obligó a suspender la Pascua Militar el pasado 6 de enero. No obstante, admitió que "sería preferible que no existiera esta coincidencia"; para lo cual, en su opinión, "la solución es bien sencilla: que los sindicatos desconvoquen la huelga". La negativa a aplazar el Día de las Fuerzas Armadas fue respaldada por el portavoz del CDS, José Ramón Caso, quien dijo que "sería un error político serio cambiar la fecha". Por el contrario, el diputado de Izquierda Unida Antonio Romero aseguró que la coincidencia de la fiesta militar con la huelga causará "una grave fractura" entre las Fuerzas Armadas y la sociedad y "dañará la imagen del Rey, que es de todos los españoles".

Caza europeo

Por otro lado, el Ministerio de Defensa ha evaluado la posibilidad de adquirir el caza MIG-29 ruso si no llegara a construirse el futuro avión de combate europeo (EFA), dijo Julián García Vargas. También se han evaluado otras alternativas, como el F22 norteamericano, actualmente en fase de desarrollo; el F-18, del que el Ejército del Aire tiene 70 aparatos; o el Grippen sueco. Sin embargo, todas estas posibilidades, explicó el ministro, son "extraordinariamente caras". García Vargas se escudó en que el Gobierno alemán no ha anunciado todavía oficialmente su retirada del proyecto, sino que ha remitido la decisión a un estudio parlamentario, para no pronunciarse al respecto. No obstante, adelantó que, si Alemania se retirara, "habría grandes dificultades para seguir adelante" con el avión.