Kohl y Mitterrand firmarán el tratado para la creación del futuro Cuerpo de Ejército Europeo

Helmut Kohl y François Mitterrand firmarán la semana próxima, en el transcurso de la cumbre franco-alemana que se celebrará en La Rochelle, el tratado por el que se crea el llamado Cuerpo de Ejército Europeo, formado inicialmente por 35.000 efectivos de ambos países, pero al que Bonn y París han invitado a unirse a los miembros de la Unión Europea Occidental (UEO). Volker Rühe, el nuevo ministro de Defensa alemán, anunció que las primeras unidades, serán creadas en julio y el cuerpo estará listo para entrar en acción en 1995.Rühe, que hablaba en la reunión anual de los oficiales de alto rango de la Bundeswehr (el Ejército alemán) en Leipzig, indicó que el Cuerpo de Ejército francoalemán estará bajo el mando conjunto de la OTAN y de la UEO, lo que ha dado en llamarse la opción de los dos cascos, y que, además de participar en eventuales misiones defensivas de la OTAN, podrá actuar como fuerza de paz y en operaciones humanitarias. Según fuentes gubernamentales citadas por la agencia Reuter, el tratado no descarta explícitamente las acciones militares de este cuerpo fuera del territorio de la Alianza Atlántica.

Caso de que el canciller Kohl consiga introducir la reforma constitucional que levante los impedimentos para la presencia de tropas alemanas fuera del territorio de la OTAN, este cuerpo sería el instrumento adecuado para operaciones de pacificación o similares a la guerra del Golfo.

Francia y Alemania disponen ya, desde hace dos años, de una brigada conjunta compuesta por 4.000 efectivos, que tiene su sede en la ciudad de Boeblingen, cerca de Stuttgart. Ya a finales del año pasado, cuando fue lanzada la propuesta de un Ejército europeo en el contexto de la discusión sobre el papel futuro de la UEO dentro de la Comunidad Europea (CE), España y Bélgica mostraron su intención de participar.

El ministro de Defensa alemán quiso dejar claro que esta iniciativa "fortalece más que debilita a la Alianza Atlántica", en un nuevo intento de tranquilizar a Washington sobre la posibilidad de que un futuro sistema de defensa exclusivamente europeo deje al margen a EE UU. Lo más importante", dijo Rühe, "es que los europeos toman esta decisión, ante todo, de acuerdo con EE UU, y por consiguiente evitando mandar señales equivocadas".