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El reto de Alemania

Apenas finalizada la huelga de funcionarios, ya ( ... ) se perfilan sus primeras consecuencias: exigencias semejantes en los länder del este y tasas más altas para los servicios públicos. Ambas incrementarán la inflación. ( ... )Hace apenas dos años, cuando se abordaba la unión económica y monetaria alemana, el país era válido como modelo para una Europa nueva y más grande. Una democracia estable con una sólida economía que parecía estar en condiciones de poner su peso en la balanza de la integración europea y al mismo tiempo soportar los costes sin parangón de la reunificación en un acto de fuerza. Los vecinos occidentales percibían Alemania como modelo de locomotora económica. En el Este, la economíasocial de mercado se veía como ejemplo para el propio futuro.

Ambas cosas han quedado ahora dañadas a los ojos del extranjero. El egoísmo corporativo y la mediocridad política triunfan. El consenso social parece peligrar por primera vez desde hace tiempo. La posición de Alemania está amenazada. No se trata sólo de un reto para el Gobierno. Alemania requiere un vigoroso liderazgo político, necesita el valor de establecer por fin prioridades acertadas, precisa comprender que las demandas deben limitarse a un nivel concorde con los tiempos. Quizá haya que preguntar menos qué puede hacer el Estado por el individuo y más qué puede hacer el individuo por el Estado.

11 de mayo

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