Se abre hoy al tráfico el eje de Sinesio Delgado, enlace de la M-30 con la Castellana

La apertura desde hoy del eje de Sinesio Delgado beneficiará, en primer lugar, a los vecinos que viven alrededor de la carretera de la Playa, conocida también como avenida del Cardenal Herrera Oria. Los entre 30.000 y 50.000 vehículos diarios que llegarán a circular por este nuevo eje, que supone otro cierre más a la M-30 por el norte, dejarán la carretera de la Playa para el tráfico local.

El eje de Sinesio Delgado, que hoy se inaugura, enlaza la M-30 desde el nudo de Puerta de Hierro con la Castellana a la altura del túnel de Pío XII. Los vehículos, tras cruzar por debajo la estación de Chamartín, llegan a la M-30 en su tramo este, el de la avenida de la Paz.Esta vía, que ha costado 4.500 millones de pesetas, y tres años de obras, absorberá entre 30.000 y 50.000 vehículos diarios. Sinesio Delgado es, por tanto, una vía urbana, de dos carriles en cada sentido, que mejora las comunicaciones del noroeste de la ciudad. Tiene una longitud de 5,6 kilómetros e intersecciones con semáforos en su cruce con las grandes avenidas del barrio del Pilar: avenida de Miraflores, Complutense, Blanco Argibay, Ginzo de Limia, Asturias y Monforte de Lemos.

La presión del tráfico de la zona noroeste se canalizará a partir de ahora, fundamentalmente, a través de la avenida de la Ilustración, que es la única vía preparada para recoger los movimientos de paso. Cardenal Herrera Oria, según las previsiones del Ministerio de Obras Públicas, debe perder su densa intensidad de coches actual para convertirse en una calle de movilidad local y de acceso a los barrios.

El proyecto ha supuesto una actuación contundente en la Dehesa de la Villa, uno de los parques urbanos más importantes de Madrid. Para atravesar esta zona verde se han construido dos túneles de casi 900 metros paralelos en mina con una sección de nueve metros.

La realización del eje de Sinesio Delgado ha supuesto una inversión total de 4.482 millones de pesetas. El coste de la obra se calcula en 3.504 millones, aportados por la Comunidad de Madrid. El Ayuntamiento ha facilitado el suelo y se ha hecho cargo de las expropiaciones. El paso inferior de la calle de Antonio Machado, el más ' polémico técnica y vecinalmente, ha precisado una inversión de 980 millones, la mayor parte dinero procedente de los presupuestos regionales.

La carretera ha obligado a realizar un movimiento de casi medio millón de metros cúbicos de tierra. Para amortiguar el impacto ambiental de la obra se han plantado 289 coníferas, 812 frondosas, 8.684 arbustos y 13.000 metros cuadrados de pradera. Además, se han trasplantado con éxito tres chopos de más de 20 metros de altura en las proximidades de la calle de Ginzo de Limia.