Sólo para buenos caballistas

La Feria se ha iniciado sin escándalos en el tercio de varas. El precio es la aplicación del reglamento en su versión ligth. "Quedan, en todo caso, prohibidos los caballos de razas traccionadoras", proclama. Y Mejorcito dice: "También nosotros queremos un caballo que se mueva, no los percherones de antes". Sólo hay un problema. Ésto lo dice él y 30 más. Hay otros 200 que callan.La tarde que salió Mejorcito, como picador de El Soro, el caballo tenía 640 kilos. "Los caballos de picar, limpios o sin equipar, no podrán tener un peso inferior a 500 ni superior a los 650 kilogramos", ordena el reglamento.

El caballo, ante los bohórquez del domingo, no fue derribado. Y Mejorcito lo elogia: "Se movía que daba gusto y tuvo un gran comportamiento en el último toro, un manso al que tuvo que perseguir".

Según esto, el problema parece no existir. La afición no protesta, el picador está encantado y la letra pequeña, o grande, del reglamento no se debate. Porque prohíbe las razas traccionadoras y resulta que todos los caballos de picar tienen un aspecto más cercano al de la mula que al del corcel.

Las razas, el error

"Es que donde se ha metido la pata es en esa desgraciada frase", lamenta Mejorcito. "¿Razas traccionadoras? Todas lo son si tiran de algo. ¿Qué quiere decir entonces el reglamento? Hay que creer que se refiere a que no se admiten los percherones de 900 kilos para picar Y en eso estamos todos de acuerdo".

"¿Todos?". "Todos los que sepan montar", matiza. "Yo me he pasado muchos días desde las nueve hasta las dos, montando en Vista Alegre hasta que me desollaba la piel por las ingles". Y reconoce, asintiendo con la cabeza, que ése no es el caso de muchos compañeros.

Más sombras sobre el reglamento. Porque el caballo está al límite por exceso. Uno lo mira, lo compara con los que quedan en el establo y duda. Mejorcito rechaza el debate: "¿Qué pretende el reglamento, que piquemos con un caballo de esos de señorito que se ven en las ferias? Eso no es posible. No tiene peso para aguantar un toro. Porque ya todos se van a los 600 kilos. El caballo que sale ahora, como el de Madrid del domingo, es el correcto".

Para combatir el fraude de los picadores que no saben montar habría que clasificarlos en escalafones. Los mejores serían contratados para las principales ferias con caballos ligeros. Mejorcito, que dice que eso podría ser una solución, lo ve inviable a corto plazo: "Para eso no tendríamos que pertenecer a una cuadrilla, sino a una empresa"