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Entrevista:

"Me parecería mal que la derecha llegara al Poder"

Nicolás Redondo concede la misma credibilidad al plan de convergencia del Gobierno que a escenarios económicos anteriores. Y argumenta que "durante cuatro años el Ejecutivo ha dicho que éramos culpables de no conseguir el déficit cero para 1992 y que si no se lograba este país se cae. Estamos en el 4,5% y no se ha caído". El líder de UGT cree que ese plan y el decreto que recorta el subsidio se han hecho "de la noche a la mañana", cuando otros Gobiernos europeos han abierto un debate con los sindicatos y la opinión pública. Juega a la confusión en su relación con el PP, pero si se le pregunta por un eventual triunfo electoral de la derecha afirma que le parecería mal".

Pregunta. Parece que el debate sindical se está convirtiendo en un debate político. ¿No le preocupa que los sindicatos se queden solos frente al Gobierno y al Parlamento?Respuesta. Yo lo que hago el Primero de Mayo es salir al paso de declaraciones de ministros que dicen que las huelgas generales no les hacen perder la mayoría absoluta y que los sindicatos pasen por las urnas. Eso es como decir que la prensa vaya a las urnas para poder ejercer su derecho democrático a la crítica. Yo creo que hay que ser medianamente serios.

P. Pero, ¿en qué situación quedan los sindicatos ante un Parlamento que ha aprobado un decreto que ustedes rechazan?

R. Entonces su periódico tampoco podría hacer una crítica sobre Ibercorp, por una razón, y es que el Parlamento se negó a crear una comisión investigadora. Eso no es la democracia.

P. Usted asegura que estamos al final de un ciclo.

R. Me parece que se ha acabado una etapa caracterizada por la ilusión y la confianza en el cambio. Cuando se inició ese ciclo, la gente creía que iba a haber una sociedad más integrada, ahora vemos una sociedad más desgarrada. Me atrevería a decir que no es que los pobres vivan peor, pero sí es evidente que las diferencias se han incrementado.

P. ¿Usted dice que no hay que votar al PSOE?

R. Yo jamás he dicho eso. Cuando me han hecho la pregunta de a quién hay que votar, respondo que en las dos últimas elecciones UGT no ha recomendado el voto a ningún partido.

P. ¿Espera que Felipe González les llame para recomponer el diálogo social, tal como les prometió el 4 de marzo?

R. El 4 de marzo salimos con una promesa del jefe del Gobierno. Eso tiene una importancia relativa, el problema fundamental es de contenidos. ¿Ustedes han sumado las personas que han participado últimamente en huelgas generales? Han sido del orden de cinco millones entre Galicia, Cantabria y Asturias. ¿Creen de verdad que cinco millones de personas se movilizan por declaraciones de tipo político, de despecho personal? Se movilizan porque están preocupadas por su presente y por su futuro. De lo de Felipe. no sé qué decir.

P. ¿Encontró más sensible a José María Aznar que a Felipe González en temas sociales?

R. No tratamos los temas en profundidad. Supongo que el día que lo hagamos tendremos que reconocer diferencias con el Partido Popular.

P. Pero su visita ha sido interpretada de una forma equívoca.

R. Eso no depende de mí. Lo que corresponde a una sociedad normal es que un sindicato mayoritario pueda estar con todos los partidos políticos. ¿Es que de verdad hay que mirar como una especie de confabulación que la UGT esté con el Partido Popular?, ¿se puede tratar como una trama conspirativa en contra del Gobierno? Yo creo que eso supone una cierta enfermedad.

P.¿Tiene alguna duda de que, si mañana hubiera un Gobierno de derechas, los recortes sociales serían generalizados?

R. Esa es una hipótesis. Yo lo que tengo que constatar es la ley de seguridad ciudadana, la ' ley de huelga o los recortes del desempleo. Lo que lamento es que el partido socialista, hasta ahora, no ha tenido ninguna entrevista con UGT. Ojalá lo haga.

P.Ustedes tampoco la han pedido.

R. No. Yo estoy contraponiendo que es el PP el que pide las entrevistas. Se ha llegado a tal perversión que nos están acusando de conspirar para el PP. Es lo que ha aparecido en la prensa; haciendo toda una trama conspirativa de un documento que jamás habíamos entregado al Partido Popular. Lo que no puede ser es que se crean que yo tengo más inclinación hacia el PP que hacia el -PSOE. Las protestas no van en contra del PSOE, van en contra del Gobierno, que es el que toma las medidas.

P. Dice que el PSOE no les llama; pero, ¿por qué no ha tomado en consideración su oferta pública de diálogo?

R. Si estiman conveniente dialogar o conocer nuestros criterios, estamos abiertos. Pero no han hecho ninguna oferta. El teléfono funciona, y Correos, también.

P. ¿No ha habido ninguna llamada, ni siquiera de intermediarios?

R. No. Sólo las declaraciones de Txiqui Benegas en rueda de prensa. Si estiman que sería buena una entrevista, pues encantado. Lo que no se puede decir es que hemos puesto condiciones previas si nada se nos ha propuesto.

P. Decía antes que lo importante son los contenidos, ¿acepta que en el Inem hay un problema de déficit importante?

R. De verdad se pondrá fin al déficit del Inem cuando se ponga fin a la rotación de trabajadores eventuales. Claro que estamos de acuerdo en que hay déficit, lo venimos denunciando desde hace tiempo. No se ha producido de la noche a la mañana y ha habido varios presupuestos del Ineni con superávit que se ha invertido en otras necesidades. Ahora meten mano en los efectos sin intentar entrar en las causas. Yo creo que es una mala política.

P.¿Su alternativa es modificar sólo las causas del déficit del Inem?

R. A mí me parece que eso es lógico. Igual que con cualquier enfermedad, habrá que solucionar la enfermedad.

P. ¿No aceptaría revisar el fraude y la picaresca?

R. Claro, queremos realmente extirpar el fraude, pero aquí se inculpa a 2,5 millones de trabajadores sin haber dicho previamente que el fraude está en este sector, en esta actividad. Hay que decir las cosas claras. El decreto que reforma el desempleo pretende evitar el déficit, eliminar el fraude e impulsar a los parados a buscar trabajo. Pues bien, de los 2,5 millones de parados, 1,3 millones no cobran nada, ni prestación contributiva ni asistencial. ¿Y saben por qué no encuentran trabajo?, porque no lo hay. Cuanto más rigurosos seamos todos, incluso nosotros, que nos equivocamos muchas veces, más cerca estaremos de buscar soluciones.

P. ¿Piensa que fue un error levantarse de la mesa del pacto de competitividad? El Gobierno dice ahora que allí perdieron la oportunidad de negociar todo eso.

R. En absoluto. A lo último hubiésemos tenido que asumir con aplausos lo que ahora se nos impone por la fuerza.

P. ¿No se han precipitado en la convocatoria de la huelga?

R. En absoluto. Habrá regiones que van a la huelga general más motivadas por la falta de política industrial que por el decretazo. Y el jefe del Gobierno nos contesta diciendo que no hay problema industrial de fondo. Bueno, pues hay cantidad de empresarios que dicen que es una barbaridad. Están preocupados porque no hay ningún país que pueda tener un desarrollo económico si no tiene un elemental entramado industrial. La otra causa es la ley de huelga, peor que el decreto que impugnamos el Grupo parlamentario Socialista en 1977.

P. Pero la forma de convocar los paros da una sensación de confusión, como si no terminaran de controlar la situación.

R. Está tan controlada que ha salido todo de pizarra. Hemos dicho que era una huelga de media jornada como mínimo y después hay una cierta libertad donde se estime conveniente superar la media jornada. Como somos gente bastante responsable, hemos decidido: démosle un aviso al Gobierno. A ver si después del 28 de mayo es suficientemente sensato y toma algunas medidas. Lo mismo que hizo con el catastrazo puede hacer con el decretazo. Después del 28 de mayo esperaremos unos días la contestación del Gobierno y obraremos en consecuencia y decidiremos o no una huelga general en otoño.

P. Si el Gobierno retira el decreto, alguien tiene que dimitir, ¿no?

R. Yo estoy curado de espanto y no me voy a meter en la vida partidaria si llevo ya años fuera de ella. No hago más que pagar la cuota. A mí no me preocupa quién dimite. Es un problema que tendrá que dilucidar la gente del partido. Nosotros, como sindicato, estamos exigiendo una política determinada. Puede parecer que es despecho. No lo es, intento racionalizar el problema, pero a quien echo la culpa es al conjunto del Gobierno.

P. Ustedes mantienen un discurso muy europeísta, pero la convergencia supondrá reducir gasto público, y lo más probable es que ello afecte al gasto social.

R. No es igual reducir el déficit al 3% que al 1 %. Durante cuatro años el Gobierno nos ha dicho que éramos culpables de no conseguir el déficit cero para 1992, y que si no se lograba este país se cae. Mire usted, estamos en el 4,5% y no se ha caído. Yo se lo dije el 4 de marzo a Felipe. A continuación decimos que convendría discutir con cierto sosiego lo que son los acuerdos de Maastricht. Cada vez está más extendido que este plan de convergencia ha nacido muerto, que no tiene ninguna credibilidad y que no es posible un crecimiento económico del 3% ni la creación de un millón de empleos. Mientras los Gobiernos europeos están discutiendo con los sindicatos, con la opinión pública, aquí se hacen las cosas de la noche a la mañana, de esta manera tan unilateral y, además, con cierto desprecio incluso del Parlamento.

P. ¿Espera que tras el decreto del desempleo haya nuevas medidas?

R. No las descarto. Es Posible.

P. La dirección del PSOE ha cerrado filas con el Gobierno, ¿esperaba una reacción distinta?'

R. Creo que la situación es distinta a la del 14-D y la reacción de la gente del partido ha sido diferente. Lo que me preocupa es que parece que tenemos que aceptar todo con pasividad, porque si no puede venir la derecha.

P. ¿Cree que la derecha puede llegar en breve al poder.

R. No parece.

P.Pero, ¿y si llega?

R. Pues me parecería mal. Lo que no puedo hacer es aplaudir la ley Corcuera ni- la ley de huelga -ni el decretazo. Y no solamente no puedo aplaudir, sino que no puedo quedarme indiferente.

P. No hay ningún país en Europa en el que los sindicatos tengan el protagonismo que tienen en España. Eso no es bueno para ustedes.

R. No es bueno. No me agrada en absoluto el protagonismo que pueda tener la UGT, Comisiones o yo mismo. No me agrada aparecer en las primeras páginas.

P. Algunos ministros han dicho que no les preocupa una huelga general.

R. Cualquier persona medianamente consecuente no dice esas bobadas. Es una de las mayores estupideces que he oído.

P. Si hubiera una oposición auténtica alternativa al poder, ¿sería tan duro con el Gobierno, socialista?

R. Tenemos que hacer un esfuerzo para no tratar a los Gobiernos en función del color que tienen, sino por las medidas que toman. Corro el riesgo de que se me interprete mal,. pero ¡es tan lógico y general en todos los países desarrollados! No estamos aquí en el Tercer Mundo.

P. ¿Por qué en España hay un nivel tan bajo de afiliación sindical?

R. Es una cosa bastante genealizada incluso en los partidos políticos. No es un problema sólo de los sindicatos, es también de las asociaciones de vecinos, de los empresarios, de la propia sociedad, que no está vertebrada como debiera. ,

P. Eso hace más desproporcionado el protagonismo de los sindicatos.

R. Una cosa es la baja afiliación y otra la alta participación en las elecciones sindicales o la capacidad de convocatoria.

P. Parece que Felipe González y usted se van a retirar al mismo tiempo.

R. Esa es una decisión muy respetable de cada uno. Lo peor que puede haber es la duda, porque da lugar a movimientos. No tengo ningún dato que me haga pensar que se va a marchar o que se va a quedar.

P. ¿Y usted?

R. ¡Como voy a decir ahora lo que. pienso hacer!

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