Vigilantes en el metro
Siempre pensé que los vigilantes jurados del metro tenían como principal tarea defendernos de robos, violaciones, etcétera, de velar por el orden y la seguridad ciudadana y procurar que los gamberros no destruyan las instalaciones y el mobiliario. Pero he observado, con asombro, que su único y exclusivo cometido consiste en desalojar a los vendedores ambulantes, que por otra parte no molestan a nadie y además son lo mejor del metro, con su colorido, sus mercancías bonitas y baratas... Sin ellos, el metro queda triste y siniestro. Y lo peor es que, además de echarlos, les insultan y vejan; para muestra, la frase que un vigilante le dirigió a un vendedor negro: "¡Chulo de mierda, negro, que te voy a poner azul marino!". ¿Quién era el chulo de la película? Creo que el blanco-
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