El Valle de los Caídos

Confiando en la trayectoria democrática y pluralista de EL PAÍS, le agradecería que publicara mi carta en relación con el artículo sobre el Valle de los Caídos del domingo 26 de abril.En primer lugar, la basílica de la Santa Cruz de Valle de los Caídos no es un "monumento fascista", franquista en todo caso, por respeto al concepto político e histórico de fascismo, sino una grandiosa obra conmemorativa y profunda,mente religiosa elevada en honor y eterno recuerdo de los que dieron su vida por España. Como católico y español sin rencores, me emociona pensar que también muchos combatientes del ejercito rojo cayeron por España y orando a Dios.

En segundo lugar, a menos que seamos precisos con el lenguaje y fieles a la interpretación objetiva de la historia, no conseguiremos que los españoles dejen de llamarse rojos o fachas, palabras que todavía oigo con pesar. El sacrificio y la crueldad con que se construyó esta obra aumenta infinitamente el valorartístico y humano del monumento, parte del patrimonio universal de la humanidad. Que los mi-

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les de personas que visitan la basílica lo hagan para admirar la belleza y majestuosidad con que ese grito de piedra se eleva al cielo suplicando: "¡Señor, nunca más otra guerra fratricida!". Y esto es más importante que los datos superficiales que repiten los guías turísticos.- Estudiante de turismo.