El Cuerno de la miseria

En Somalia, las organizaciones humanitarias tienen que recurrir a soluciones desesperadas. En el Cuerno de África, la Cruz Roja y el Unicef pagan a pistoleros -pistoleros rivales- para que permitan el paso de los grupos que llevan alimentos a la gente que muere de hambre. Tal vez siempre haya algún tipo de extorsión implícita en las operaciones de ayuda en zonas de guerra, pero en Somalia es especialmente descarada y chocante. Lo mejor que se puede decir es que es una táctica improvisada ante la ausencia de cualquier autoridad local o fuerza de intervención exterior capaz de ocuparse de un reparto honesto y rápido de los víveres. Tony Hall, representante del Comité sobre el Hambre cree que el Cuerno de África es asociado únicamente con el uso de los alimentos como arma. Es una observación muy triste (...).Ha sido difícil mantener a la opinión internacional comprometida en esta labor, que es esencial, pero parece interminable. Especialmente desalentador es el uso que los combatientes dan al hambre como táctica en conflictos civiles, contra sus propios ciudadanos, lo que incita a esforzarse para establecer el "derecho a comer". (...) La civilización ha de poner límites a las armas más terroríficas de la guerra y sobre todo a aquellas que atacan a los no combatientes. El dejar morir de inanición (...) no tiene justificación alguna, y los Gobiernos o las facciones insurgentes que lo hacen no merecen sino el desprecio.

5 de mayo