El Opus confirma que 59 obispos españoles pidieron que se beatificara a Escrivá de Balaguer
Cincuenta y nueve obispos españoles, de los que 34 habían conocido personalmente a José María Escrivá de Balaguer, escribieron cartas de petición para que se abriera la causa de beatificación del fundador del Opus Dei, según confirmó ayer el postulador de la misma, el sacerdote del Opus Flavio Capucci, en una conferencia de prensa dedicada a rebatir las críticas a dicho proceso formuladas por el periodista norteamericano Kenneth Woodward. Durante el mismo acto, el portavoz de la prelatura, Giuseppe Conigliano, informó que una treintena de estos prelados asistirá a la ceremonia de la beatificación.
El primer dato aportado por Capucci venía a contradecir la afirmación de Woodward, corresponsal de temas religiosos de la revista Newsweek, de que "muchos obispos, sobre todo en España, se negaron a escribir cartas en apoyo de Escrivá". Precisó el postulador que las diócesis españolas eran 64. en el momento de los hechos.Pero el norteamericano habría interpretado, además, de manera "inexacta" el canon 2.077, que, según dijo hace una semana en Roma, prescribe que las cartas sean espontáneas y de personas que hayan conocido personalmente al eventual beato. Capucci reconoció ayer que el Opus Dei había pedido el envío de dichas cartas, y añadió que esa actuación es acorde con una instrucción emitida en 1935 por la Congregación de los Ritos, la cual establece también que lo que los obispos remitentes deben conocer personalmente es "la fama de santidad del candidato" y no al candidato mismo.
Por lo que se refiere a la selección de los testigos del proceso, el postulador reiteró que la decisión de admitir al confesor de Escrivá, el actual prelado del Opus, Álvaro del Portillo, fue adoptada por el pleno de la Congregación para la Causa de los Santos, que realizó el proceso, y que ésta decidió asimismo, a través del relator, que el 40% de los testimonios recogidos documentalmente fuera de Portillo y su secretario. Del mismo modo, fue el tribunal, y no la postulación, el que rechazó a los testigos contrarios a la beatificación, insistió más adelante Capucci.
Selección de jueces
El postulador razonó, además que, dado que las publicaciones calumniosas contra el fundador fueron entregadas a la congregación" y que "todos los consultores (o jueces) tienen acceso, a lo archivos" de ésta, resulta "insensato sostener", como Woodward, "que los consultores no pudieran formarse una opinión objetiva" sobre la personalidad de Escrivá.
En cuanto a la selección de los jueces, Capucci estimaría "praxis habitual" que sólo uno de éstos hubiera sido español, extremo que dijo no poder confirmar ni desmentir, dado que al postulador no se le comunican los nombres de los consultores. "De todos modos", añadió, "la lista de consultores de la congregación es conocida y en ella hay sólo cinco o seis españoles. Tres de éstos son del Opus y por ello no podían intervenir en este proceso". El Opus tiene además, precisó, un relator y el presidente de la consulta médica, que interviene siempre de oficio, en la Congregación para la Causa de los Santos.
El postulador del Opus, prosiguió, tampoco tiene nada que ver con el hecho de que la congregación decidiera no publicar un o de los dos votos suspensivos registrados, en virtud de una norma no publicada de abril de 1986. En cualquier caso, afirmó, incluso ese voto fue "comunica do íntegramente" a los demás consultores antes del debate. "¿Cómo sabe Woodward que el Papa no fue informado?", se pre guntó Capucci.
Las prisas
El voto mayoritario del tribunal, en el que siete de los nueve jueces se pronunciaron a favor de la beatitud de Escrivá, debería contrarrestar, en opinión de Capucci, las dudas expuestas por Woodward sobre la falta de documentación relativa a las relaciones del fundador del Opus con Franco, a su carácter o a episodios de su vida como el de reclamar un título nobiliario.
Y en cuanto a las denuncias de "prisas" procesales, el postulador del Opus Dei señaló que la causa de la religiosa venezolana María de San José duró dos años menos que la de Escrivá y que santa Francisca Saveria Cabrini fue beatificada "sólo 21 años después de su muerte", cuando regía la norma ya derogada de que el plazo mínimo entre esos dos sucesos debía ser de 50 años.
Este proceso, que le ha costado al Opus unos 27 millones de pesetas, según Capucci, concluirá con la ceremonia del 17 de mayo en la plaza de San Pedro, para la que han. anunciado su presencia unos 300 obispos de todo el mundo y a la que seguirá una misa, el día 18, celebrada por Álvaro del Portillo en el mismo sitio. El Papa concederá allí a continuación una audiencia general a unos 120.000 peregrinos llegados de 55 países, principalmente de España, según previsiones del Opus.
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