Fuertes y justas broncas para los hulanos
Los hulanos, como se denominaba antiguamente a los picadores, sufrieron las justas iras de la afición desde que asomaron en el paseíllo y durante toda la tarde, por el plante ilegal que protagonizaron el sábado, cuando se cargaron la tradicional corrida-concurso de la Comunidad. La justicia de las protestas se duplicó cuando estos subalternos, no se sabe si por venganza, por su habitual bajísimo nivel como jinetes y como alanceadores, o por ambas causas mostraron una de las actuaciones más bochornosas jamás vistas y sufridas en la Monumental madrileña.La falta de costumbre a montar en los más terciados jamelgos que exige el nuevo reglamento, y que fueron sobre los que saltaron al ruedo, les llevaba a asirse desesperadamente a las bridas con la única intención de no caerse, con lo que los marronazos que disparaban, bajo la ley universal de que to es toro, los distribuían a proa, popa, babor y estribor de los pobres novillos, provocando aún más los airados reconcomes de poco contenida rabia de los aficionados.
Palomo / Amador, Cortés, Delgado
Novillos de Palomo Linares, con trapío, mansos, excepto 5º; noblotes, excepto 1º, y flojos. Luis José Amador: silencio en los dos. Erik Cortés: ovación; silencio tras aviso. Luis Delgado: ovación; silencio tras aviso. Los picadores fueron abroncados en el paseíllo y en cada intervención. Se guardó un minuto de silencio por Manolo Montoliú, fallecido el viernes en Sevilla. Plaza de Las Ventas, 3ª de la feria de la Comunidad. Tres cuartos de entrada.
El encierro salió con galanura en su bella presencia, pero mansote y, para colmo de desdichas, el único encastadito, segundo de Erik Cortés, lo desaprovechó éste con su labor superficial y de chundarata. El diestro apuntó alguna fruslería con clase en el otro banderilleó espectacular y fácil a ambos. Luis José Amador aguantó los tornillazos del primero y estuvo tan anodino como era la catadura de su otro rival. Luis Delgado superó con bemoles su estatura liliputiense, aunque sólo consiguió alguna nimiedad artística. El aire, además, molestó muchísimo a los tres.
Babelia
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