El cine
Tengo una imaginación que me salva del aburrimiento en muchas ocasiones, pero aunque en mi cabeza se monten más de mil historias diferentes, siento la necesidad de ir al cine a empaparme de nuevas emociones.Una vez sentada en mi butaca, noto un escalofrío que me recorre, me coloco las gafas y me dispongo a disfrutar de la película jurando que no me pasará lo mismo que la última vez. Las luces se apagan y la banda sonora me envuelve, no puedo por menos que acurrucarme en el sitio sin apartar la vista de la inmensa pantalla. Pero mientras los protagonistas se debaten entre la vida y la muerte, o sufren por la pérdida del amor de su vida, yo me olvido de que existo.
Cuando salgo al mundo, miro al cielo. La luz me hace daño en los ojos. ¡Me siento tan pequeña! Respiro hondo porque sé que siempre me quiere, el cine estará ahí para hacerme sentir importante, aunque sólo sea por un momento.-
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