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ARDEN LOS BALCANES

La guerra devora el último alto el fuego en Bosnia

El alto el fuego acordado por los contendientes en la guerra en Bosnia-Herzegovina bajo presión de una misión de la Comunidad Europea apenas se mantuvo unos minutos, y dio pronto paso a una de las batallas más violentas hasta la fecha en Sarajevo y combates en numerosos puntos de la república. Los muertos en los enfrentamientos de los últimos dos días podrían contarse ya por centenares, según las noticias que llegan de los diversos frentes. Mientras, los Parlamentos de Serbia y Montenegro aprobaron la constitución de la nueva República Federal de Yugoslavia.

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El nuevo estallido de la violencia bélica hace improbable la celebración de la reunión de la Conferencia sobre Bosnia-Herzegovina el lunes, pero también el reconocimiento de la nueva federación serbio-montenegrina como sucesora legal de la disuelta Yugoslavia, deseado por Belgrado. De la violencia de los enfrentamientos da idea los seis cazas federales derribados en las últimas 24 horas en Bosnia-Herzegovina, informa Efe. El Ejército federal reconoció ayer el derribo de dos aparatos.Lord Carrington, presidente de la Conferencia sobre Yugoslavia, se entrevistó ayer con el presidente croata, Franjo Tudjman, en Zagreb, y manifestó después que aún cree posible la celebración de las próximas negociaciones. El secretario general de la ONU, Butros Gali, dijo ayer que ninguna de las partes está libre de culpa en Bosnia-Herzegovina y que de momento no era factible el despliegue de tropas de interposición entre los contendientes, informa Reuter.

Nuevos frentes

Ante lord Carrington y el ministro portugués de Asuntos Exteriores, Joâo de Deus Pinheiro, los líderes de las tres comunidades étnicas -musulmana, serbia y croata- firmaron el jueves el documento de tregua; el presidente serbio, Slobodan Milósevic, proclamó sus esfuerzos por parar una guerra en la que asegura no tener influencia alguna y los combates se extendieron rápidamente por todos los frentes ya existentes y se abrieron otros nuevos ayer. Amargamente, la situación hacía evocar la célebre sentencia forjada en la guerra de Croacia: "Después de un alto el fuego conviene agachar la cabeza y correr al refugio".

El Ejército federal admitió ayer por primera vez haber participado en los mismos, plegándose así a la evidencia ante muchos testigos extranjeros de los ataques con fuego de carros de combate contra posiciones de las fuerzas gubernamentales integradas por musulmanes y croatas en la capital. Así, las fuerzas serbias anunciaron ayer la toma del barrio musulmán de Kotarac, cercano al enclave serbio de Ilidza, ocupado por las fuerzas serbias, donde se halla el hotel de la misión comunitaria y la prensa extranjera. A media mañana de ayer se aplacaron algo los combates en la ciudad de Sarajevo, si bien esto podría deberse más a cansancio y necesidad de reagrupamientos que a un hipotético respeto al acuerdo firmado el día anterior.

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Sin embargo, los combates más violentos ayer se libraron en Bosnia occidental, en el norte y en la región de Herzegovina, tres zonas en las que se refuerza la evidencia de que las fuerzas croatas han logrado introducir armamento desde Croacia. En ellas, el Ejército federal y la guerrilla serbia se enfrentan a fuerzas bien organizadas y armadas de croatas y musulmanes y no pueden repetir sus paseos victoriosos de pasadas semanas en las regiones predominantemente musulmanas de la Bosnia oriental.

Los combates fueron de gran violencia, si bien los recuentos fiables de víctimas son imposibles ante la falta de información fehaciente de los contendientes. Así, en Livno murieron ayer 50 soldados serbio-federales, según radio Croacia. Fuentes serbias aseguran que tan sólo fueron cuatro los muertos y 50 resultaron heridos.

Choques en Croacia

También se produjeron nuevos enfrentamientos en algunas zonas de Croacia, como en la costa dálmata, especialmente en tomo a la ciudad de Dubrovnik y la desembocadura del río Neretva, y en Eslavonia oriental.

Prosiguen las movilizaciones generales dictadas por los líderes locales de las tres comunidades étnicas en las zonas de conflicto y actualmente son más de 250.000 los hombres en armas en esta república. La destrucción en Sarajevo y otros campos de batalla, como Livno, Grahovo, Bosanski Brod, Krupa y Derventa, es ingente. En Bosanski Brod, ayer, logré ser sofocado el incendio provocado en una refinería durante los combates en la noche del jueves.

Sarajevo está totalmente rodeada por fuerzas serbias, que ayer volvieron a atacar con morteros y artillería los barrios musulmanes cercanos al Bazar. Decenas de miles de refugiados se unieron ayer, aprovechando las escasas y cortas treguas, al flujo de refugiados que recorre toda la república.

Mezquitas destruidas, casas ardiendo bajo el ensordecedor estruendo de las granadas de mortero, y las mujeres, ancianos y niños huyendo en lágrimas por las carreteras con las pocas pertenencias que pudieron salvar bajo el brazo, son escenas que ayer se repitieron innumerables veces a todo lo largo y ancho de la República de Bosnia-Herzegovina.

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