Los comandos especiales israelíes, autorizados a disparar sin aviso previo

Los soldados de las unidades especiales israelíes, que en clave se identifican como Cereza, en Cisjordania, y Sansón, en Gaza, y que los palestinos llaman Mensajeros de la muerte, están autorizados a disparar sin aviso previo o provocación contra cualquier sospechoso palestino en los territorios ocupados.

Así se desprende de las estadísticas de víctimas en los últimos meses y también de varias denuncias, como la de un matrimonio israelí que fue testigo presencial de cómo una unidad especial abría fuego sobre un grupo de jóvenes palestinos sin la menor advertencia, hiriendo gravemente a uno de ellos. Los soldados de esas unidades especiales no disparan ya contra palestinos armados o amenazantes. El matrimonio israelí citado relata que los israelíes dispararon contra un grupo de jóvenes que realizaban una pintada en Dura, cerca de Hebrón. Las cifras son ya alarmantes. En enero pasado, seis palestinos resultaron muertos por las fuerzas de seguridad. El mes siguiente el número era ya de ocho, cifra esta que en marzo se había duplicado.

El dirigente palestino de los territorios ocupados, Feisal Huseini, ha acusado públicamente a las autoridades militares de haber dado instrucciones especialmente mortíferas a los soldados.

Esas nuevas instrucciones están en vigor desde hace tres meses. Con anterioridad, los soldados no podían disparar más que cuando su vida estaba en peligro. Ahora, las unidades especiales no necesitan esperar para abrir fuego a ser atacadas a pedradadas o con cócteles molotov. Salen directamente a la caza de sospechosos. Los comandos Cereza y Sansón actúan raramente con la cara descubierta. Van de paisano, y a veces disfrazados de palestinos.

Según el investigador palestino Adb el Yatiad, profesor de la universidad Bir Zeith, ese modus operandi tiene una muy precisa motivación: dado que en Israel no existe la pena de muerte, se permite a las unidades especiales proceder así a "ejecuciones" extrajudiciales.