Un doble asesino, primer ejecutado en California en 25 años
Los opositores de la pena de muerte perdieron ayer la carrera burocrática contrarreloj con la que pretendían salvar de la cámara de gas al condenado Robert Alton Harris. El primer ejecutado en California en 25 años falleció 10 minutos después de que los funcionarios de la prisión californiana de San Quintín abrieran el conducto de gas de cianuro en un procedimiento que las organizaciones humanitarias consideran cruel y tortuoso.
Cuatro sentencias judiciales consecutivas bloquearon la ejecución de Harris. La última de ellas llegó cuando el preso ya se encontraba atado a la silla y prolongó su vida hasta que el Tribunal Supremo de EE UU la anuló.Seis horas después de que lo desataran de la silla y lo. devolvieran a su celda, el condenado volvió a sentarse en la cámara verde manzana. Harris, de 39 años, se preparaba a morir por segunda vez después de haber cenado 21 piezas de pollo del Kentucky Fried Chicken, dos pizzas y haberse fumado un paquete de cigarrillos. Por segunda vez, cuatro docenas de testigos, familiares de las víctimas y periodistas, fueron convocados en la madrugada para presenciar la primera ejecución que tiene lugar en California en los últimos 25 años.
Con un rencor de 14 años de antigüedad, Marilyn Mayeski, la hermana de uno de los dos adolescentes asesinados a sangre fría por Harris en 1978 para robarles su coche, había declarado que estaba deseando que llegara la hora de la ejecución porque la cámara de gas era poco comparado con lo que habían sufrido los jóvenes. Según un periodista que fue testigo de la misma, Harris, moribundo, giró la cabeza hacia la familia de sus víctimas e hizo un gesto de asentimento.
10 minutos de agonía
Según los especialistas, la muerte por inhalación de cianuro, que junto con la horca, el fusilamiento y la silla eléctrica se han utilizado como medios de ejecución en EE UU, está precedida por 10 minutos de agonía con fuertes dolores de cabeza, pecho y garganta. Por esta razón, en la mayoría de los Estados norteamericanos, se ha instituido la inyección letal como un procedimiento más racional.
La ejecución de Harris ha vuelto a despertar la pólemicá sobre la pena capital que en la actualidad está vigente en 36 de los 50 Estados norteamericanos. Unas 2.500 personas condenadas a la pena capital esperan en el llamado corredor de la muerte, pero las sucesivas apelaciones han conseguido bloquear la ejecución del 90% de ellas. Cerca de 200 condenados a muerte han sido ejecutados desde 1976.
En esta ocasión, la Asociación de Derechos Civiles norteamericana trató de frenar el sentencia capital asegurando que la cámara de gas, que sólo se emplea en tres Estados, era un procedimiento "bárbaro e inusual". Esa organización intentó también anular la sentencia, con el argumento de que el condenado había sufrido abusos de niño y no distinguía el bien del mal..
Los últimos días de Harris han sido una sucesión de sentencias judiciales. El sábado un juez federal decretó 10 días de suspensión por considerar que el procedimiento era inhumano, un día más, tarde el Tribunal de Apelaciones de EE UU votó por levantar el bloqueo. Horas después, otro juez volvió a solicitar la suspensión. En medio de esta confusión, el Fiscal General de California apeló al Tribunal Supremo que anuló las sentencias de las instancias inferiores.
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