Esperando al Rey
Mientras la Familia Real presidía los actos de inauguración, una multitud que iba creciendo por minutos se agolpó en una de las avenidas para ver pasar al cortejo una vez terminado el acto. La espera fue inútil. Tras aguantar a pie quieto durante más de media hora, la policía anunció por megáfono que ni los Reyes ni ninguna autoridad iba a pasar por allí, pues la calle era de servicio.
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