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La fecundación 'in vitro' no ha logrado superar en los últimos años la baja tasa de éxitos

Milagros Pérez Oliva

La fecundación in vitro, que ha permitido el nacimiento de más de 100.000 niños en todo el mundo, no ha logrado mejorar en los últimos años el porcentaje de éxitos, según se puso de manifiesto en el simposio In vitro a debate, clausurado el pasado 11 de abril en la Fundación Joan Miró de Barcelona. El registro español indica que el promedio de embarazos logrados es de algo más del 19%, es decir, 19 embarazos por cada 100 punciones efectuadas. Pero la tasa de éxito final, entendido como tal que el proceso haya culminado en un nacimiento, no supera el 12%.

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Han pasado 14 años desde que Louise Brown, el primer bebé probeta, vino al mundo en el Reino Unido gracias a la técnica puesta a punto por Patrick Steptoe y Robert G. Edwards tras 10 años de investigaciones. A pesar del optimismo que entonces mostró el propio Edwards, augurando rápidos avances que darán a la fecundación in vitro "una tasa de éxito enorme", la tarea no parece hoy fácil.La posibilidad de que el único óvulo que se puede obtener de un ciclo ménstrual natural conduzca a un embarazo no supera el 16%, según Pere Nolasc Barri, del Instituto Dexeus. De ahí que las candidatas a la fecundación artificial sean sometidas a tratamientos intensos de estimulación ovárica. "Con estos tratamientos se obtienen entre 8 y 10 ovocitos, de los que se consiguen por término medio unos cinco embriones". Barri expuso un estudio que demuestra que la implantación de tres embriones eleva la posibilidad de embarazo hasta un 34%, pero también el riesgo de que la gestación sea múltiple. De los 90 embarazos logrados por el Instituto Dexeus desde 1990 con embriones congelados, 11 han sido de gemelos y dos de trillizos.

Riesgos del tratamiento

Los dos procedimientos de estimulación ovárica utilizados hasta ahora presentan riesgos no despreciables para la paciente y el inconveniente de que estimulan el ascenso de una de las hormonas hipofisarias, que hace que los ovocitos envejezcan prematuramente. Diversos equipos investigan tratamientos de estimulación con menor riesgo para la mujer y mayor efectividad. Pere N. Barri se refirió a unos nuevos preparados de gonadotropinas, calificados como ultrapuros, obtenidos a partir de la orina de mujeres menopáusicas, que contiene gran concentración de hormonas hipofisarias.El equipo de Dexeus participa en una investigación que pretende obtener hormonas sintéticas para la estimulación, a partir de material genético de ovarios de hamster, replicado por clonación mediante técnicas de ingeniería genética. Se espera que estos tratamientos mejoren la respuesta de las mujeres en las que fracasan los tratamientos actuales.

El problema de la estimulación ovárica es el riesgo de efectos adversos que en determinados casos comporta. Muchas mujeres tienen una respuesta insuficiente, pero en otras es excesiva, y en ese caso el riesgo para la salud es importante: "Se puede producir un crecimiento brusco del ovario, que si no se detiene puede tener graves consecuencias, y también puede alterarse el estado orgánico general. Este peligro afecta al 5% de las mujeres en tratamiento, pero es responsabilidad del médico aplicar adecuadamente los protocolos para evitarlo", explica Barri.

Los protocolos aconsejan no someter a la mujer a más de cuatro intentos de fertilización. Pero no todos los especialistas los cumplen. La abogada María José Varela, que ha destacado por sus críticas a la forma en que se experimentan las técnicas de reproducción, asegura que muchas mujeres con grandes ansias de tener hijos, cuando son rechazadas en un programa por presentar contraindicaciones o por haber fracasado en varios intentos, acuden a otros especialistas que, por afán de lucro, las someten a nuevos tratamientos con grave riesgo para su salud. Cuatro intentos de fertilización pueden costar alrededor de dos millones de pesetas.

La aventura comporta riesgos a corto y largo plazo, pues algunos estudios apuntan la posibilidad de que las mujeres sometidas a tratamientos excesivos de estimulación puedan sufrir una menopausia prematura, lo que incrementa el peligro de osteoporosis y afecciones cardiovasculares.

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