El arte salpica cada rincón de la Expo

El arte, como primera manifestación de inteligencia, está inevitablemente unido a la historia del hombre. Si la Expo pretende contar el pasado, presente y futuro del hombre, es inevitable que la expresión plástica esté omnipresente en la isla de La Cartuja. Y así ocurre en cada pabellón, donde los distintos países muestran lo mejor de su casa; en las calles, salpicadas de esculturas de indiscutibles creadores contemporáneos, y sobre todo en el pabellón de España, sede de las dos exposiciones más importantes de la Expo: Tesoros y Pasajes.Desde el momento en que el visitante pone el pie en el recinto de la Expo se abre ante sus ojos la posibilidad de contemplar las más antiguas y últimas manifestaciones existentes en el mundo del arte. El primer lugar, está la arquitectura de los pabellones una fiesta imaginativa y colorista producto de muchos de los más interesantes arquitectos nacionales e internacionales. Pero no sólo el interior de los edificios ha sido utilizado como soporte expositivo. Las calles que comunican los pabellones -defendidas del abrasante sol con un acondicionamiento bioclimático en el que los árboles (350.000 clases diferentes) y el agua (más. de 100 fuentes) tienen un papel fundamental- son la antesala de lo que después se puede contemplar en los interiores.

Diez artistas

Las obras de 10 importantes artistas de fama mundial están situadas en puntos estratégicos de las avenidas, junto al lago, en las entradas a la exposición y en los jardines del Guadalquivir. Las obras, seleccionadas por un comité de expertos en arte moderno, pertenecen a Eva Lootz (España), Rogelio López Cuenca (España), Ilya Kavkov (CEI)" Anish Kapoor (Reino UnidoIn-dia), Per Kirkeby (Dinamarca), Matt Mulligan (EE UU), Jesús Soto (Venezuela), Ettore Espaletti (Italia), Roberto Matta (Chile) y Stephan Balkenhol (Alemania). El jardín que sirve de vestíbulo al pabellón de las Artes exhibe 12 esculturas, una por cada país miembro de la Comunidad Europea.

Y una vez hecho el paseo, la gran oferta está en el pabellón de España. El gran edificio blanco de cal y mármol, diseñado por Julio Cano Lasso, presenta la exposición Tesoros, un compendio del arte español del último milenio a través de 40 obras maestras indiscutibles a las que seguramente muchos encontrarán ausencias, pero los organizadores argumentan que el tiempo del préstamo, seis meses, es mucho para los museos y coleccionistas privados que han dejado sus obras y, por otra parte, la selección de las pinturas y esculturas responde al criterio histórico y didáctico que se perseguía. Así, entre los tesoros expuestos en el cubo del pabellón de España se encuentran obras de Alonso y Pedro Berruguete, Aureliano de Beruete, Alonso Cano, Salvador Dalí, Mariano Fortuny, Pablo Gargallo, Julio González, Goya, El Greco, Juan Gris, José Gutiérrez Solana, Juan de Juni, Vicente López, Federico de Madrazo, Bernat Martorell, Joan Miró, Luis Morales, Murillo, Pablo Picasso, José de Ribera, Joaquín Sorolla, Velázquez o Zurbarán. Una amplia selección para una no menos amplia visión de 10 siglos de historia del arte en los que España ha tenido un papel predominante.

El arte moderno se encuentra en la exposición Pasajes, situada también en el pabellón de España. El eclecticismo que ha caracterizado el arte de este siglo está presente en la selección de esta muestra. Están todas las tendencias, todos los soportes y todos los lenguajes. O, al menos, es eso lo que ha intentado el comité seleccionador. La actualidad del arte español está representada en Eduardo Arroyo, Pep Agut, Txomin Badiola, Ángel Bados, Javier Baldeón, Miquel Barceló, Joan Brossa, José Manuel Broto, Miguel Ángel Campano, Eugenio Cano, Eduardo Chillida, Martín Chirino, Gerardo Delgado, Pepe Espaliú, Ferrán García Sevilla, Luis Gordillo, Xavier Grau, José Guerrero, Federico Guzmán, Joan Hernández Pijuan, Cristina Iglesias, Pello Irazu, Carmen Laffon, Francisco Leiro, Antonio López, Julio López Hernández, José Maldonado, Emilio Martínez, Juan Muñoz, Miquel Navarro, Carlos Pazos, Perejaume, Guillermo Pérez Villalta, Soledad Sevilla, José María Sicilia, Susana Solano, Antoni Tàpies, Gustavo Torner, Juan Uslé, Darío Villalba, etcétera. Son, en suma, todos aquellos que a lo largo de las últimas décadas han trabajado por modificar la expresión artística del final de siglo.

Las salas del Arenal, construidas en el edificio del teatro de la Maestranza, presentarán a lo largo de estos seis meses exposiciones temporales que servirán para completar la visión del arte contemporáneo actual. A través de los pabellones temáticos, los países participantes irán mostrando las últimas producciones artísticas de sus países, según un calendario aún por cerrar.

En la Cartuja, a partir del 18 de mayo se abrirá una gran muestra sobre el hombre ante la naturaleza, a través de la historia, la divinidad y él mismo. Es Arte y cultura en el mundo de 1492. Las culturas precolombinas, el mundo islámico, Europa y el África negra estarán representadas a través de piezas interrelacionadas. El pabellón del Siglo XV completa este planteamiento con una exposición sobre la exploración y el descubrimiento en la cultura del Viejo Mundo. Más de 150 piezas únicas, prestadas por los mejores museos del mundo, servirán para ilustrar estas exposiciones.