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Una antología intima de Mompó, en su homenaje póstumo en Madrid

La galería Bennassar de Madrid inauguró el pasado jueves una exposición homenaje al artista valenciano Manuel Hernández Mompó (Valencia, 1927), fallecido el pasado 25 de enero en su ciudad a causa del agravamiento de la trombosis cerebral que sufrió en 1986. La muestra titulada Mompó, amigo reúne 34 óleos y dibujos, algunos desconocidos, fechados entre 1954 y 1985 y 10 serigrafías cedidas por su viuda Ana Almiñana.

La galería ha recuperado 19 obras pertenecientes a coleccionistas privados mallorquines que adquirieron las pinturas del artista en la sede de la galería Benassar en Pollença (Mallorca), donde Mompó expuso habitualmente en los últimos diez años. El resto de la obra expuesta, un total de 15 óleos, procede de los fondos que la sala posee en Madrid y en Mallorca. La exposición permanecerá abierta al público hasta el próximo día 30 de abril.Según explica el director de la galería y amigo personal del artista, Miguel Tugores, "no se trata de hacer un homenaje oportunista con motivo de su reciente muerte sino de recuperar una miniantología íntima del pintor, en la que no se encuentran, evidentemente, sus grandes obras que se exhiben en los museos más importantes de España y Europa". Tugores ha reunido para este homenaje algunas de las obras que él eligió personalmente en el estudio mallorquín de Mompó para las sucesivas exposiciones en Pollença o en Madrid. "Me acuerdo que se asombraba mucho cuando escogía algún dibujo que él no, consideraba bueno y lo exponía en la galería", rememora.

Según explica el director de la sala madrileña, el principal objetivo de la muestra, además de rendir un último homenaje al pintor, es exhibir en Madrid lo que la galería ha vendido y mostrado en Mallorca durante esos diez años de colaboración con Mompó. Tugores espera que la muestra se convierta en "el primer escalón" de un homenaje a mayor escala por parte de algún museo madrileño, lo que permitiría agrupar las pinturas más famosas del que fuera considerado una de las figuras más representativas del arte de postguerra español.

La obra más antigua de cuantas se cuelgan en la sala Benassar es Músicos callejeros. Procede de 1954 y ha sido cedida por un coleccionista particular. Es un pequeño paisaje perteneciente a las primeras tentativas artísticas del pintor y en la que todavía no queda definida la luninosidad que caracterizó posteriormente a su obra. El resto de los óleos provienen de las distintas etapas por las que pasé el artista.

A la inauguración del pasado jueves asistieron la viuda del artista, Ana Almiñana, el pintor Francisco Farreras, que pertenece a la misma generación de artistas que Mompó, el fotógrafo Alberto Schommer así como el director de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, Ernest Lluch.

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