Amputan al IRA su brazo político

El Sinn Fein, partido que representa la rama política del Ejército Republicano Irlandés (IRA), ha sufrido un revés histórico en las elecciones al Parlamento británico celebradas el pasado jueves. Su presidente, Gerry Adams, ha perdido su escaño de diputado por Belfast Oeste en favor del candidato moderado Joe Hendron, del Partido Laborista Socialdemócrata (SLDP). En una circunscripción emblemática para el movimiento nacionalista irlandés, a Adams le han faltado 589 votos para renovar un escaño que llevaba ocupando desde 1983.El presidente del Sinn Fein ha aceptado con poca deportividad su derrota y ha acusado a su rival de defender intereses antirrepublicanos y de contar con el apoyo de grupos protestantes radicales. "El escaño se ha perdido gracias a la asistencia activa de la Asociación de Defensa del Ulster (UDA) y los Guerrilleros por la Libertad del Ulster (UFF)", ha afirmado Adams. "Sin embargo, considero que se trata de una desposesión temporal".

La pérdida de su representante en Westminster -pese a que Adams jamás se ha sentado en la Cámara de los Comunes- puede provocar que en los sectores más duros del movimiento para la unificación de Irlanda se empiece a pensar en la inutilidad de la negociación política, lo que conduciría directamente a un recrudecimiento de las acciones terroristas contra el Gobierno británico. Fuentes republicanas han afirmado que la derrota de Belfast Oeste podría llevar a los halcones del IRA a una masiva campaña de atentados en territorio británico que tendría un inmejorable y evidente objetivo en la sesión de apertura del nuevo Parlamento. A este respecto, Adams se ha limitado a desmarcarse: "Tendrán que preguntar sobre eso a otra persona".

Asimismo, la derrota de Adams da al traste con las posibilidades de unas conversaciones de paz en Irlanda del Norte, una de las promesas que han llevado en su programa electoral los cuatro partidos que pretendían hacerse con escaños en la provincia. El Sinn Fein, que siempre ha defendido una doble estrategia que podría resumirse como "con las urnas en una mano y un rifle Armalite en la otra", ha sido excluido de las conversaciones por su reiterada negativa a renunciar a la violencia.

Pese a todos los temores, la derrota del Sinn Fein ha sido recibida con satisfacción en Londres y en Dublín, donde se había apostado fuerte por los moderados del SDLP. El primer ministro irlandés Albert Reynolds, ha señalado que la victoria de Hendron es "maravillosa" y supone "un mensaje esperanzador para ambos bandos".

Los resultados electorales confirman el progresivo declinar del Sinn Fein desde la mitad de la década de los ochenta. Ha pasado de 100.000 votos en 1983 a 83.000 en 1987, y consiguió sólo 49.000 votos en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Actualmente sólo representa al 10% del electorado irlandés. En plena crisis de identidad, y con la amenaza de un completo aislamiento, el partido corre el riesgo de replegarse sobre sí mismo y deslizarse sin freno hacia la violencia pura y dura de los más intransigentes.