El Gobierno prepara un fuerte impulso a la reinserción tras la captura de la cúpula de ETA

El Gobierno prepara un fuerte impulso a la reinserción de presos de ETA, tras constatar una situación "mucho más favorable" de este colectivo a raíz de la caída de la cúpula en el País Vasco francés. Cerca de un centenar de reclusos, sobre un total de 535, serán trasladados y en ciertos casos reclasificados al tercer grado, equivalente a una antesala de la libertad condicional. El Ejecutivo considera que las reticencias políticas son menores tras a última reunión de los ministros de Interior y Justicia, José Luis Corcuera y Tomás de la Cuadra-Salcedo, con las formaciones del pacto antiterrorista.

Los sondeos realizados en numerosas prisiones han demostrado, según fuentes penitenciarias, "una maduración constatable" de la evolución de muchos reclusos. Esta situación fue expuesta en detalle a los representantes de los partidos políticos por los ministro de Justicia e Interior, Tomás de la Quadra Salcedo y José Luis Corcuera, respectivamente, durante la reunión a puerta cerrada celebrada el miércoles pasado en el Congreso de los Diputados. La reunión fue convocada oficialmente para informar de la operación contra la cúpula de ETA y será seguida de otra tras la Semana Santa, según informó Corcuera.Los representantes del Ejecutivo manifestaron durante el encuentro su criterio favorable a aprovechar las condiciones del momento para proseguir el debilitamiento de la organización terrorista. Los ministros destacaron la importancia que adquiriría un impulso decidido a la reinserción en breve plazo, al favorecer la separación de la organización terrorista de "muchos presos" que están ya de hecho alejados de sus consignas. El proceso no contempla la concesión de indultos, totalmente excluida por ahora, sino la progresión en el grado penitenciario y el traslado a prisiones cercanas al País Vasco, donde residen las familias de los reclusos.

El PP pide información

La propuesta, en tomo a la cual Corcuera y De la Quadra pidieron de forma explícita un pacto de silencio a las fuerzas políticas, no recibió objeciones de ninguno de los partidos con representación parlamentaria, según fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión. El PP, pese a no manifestar oposición a los objetivos del Ejecutivo, pidió ser informado del plan concreto antes de su puesta en marcha.

De los 535 reclusos relacionados con ETA, 446 hombres y 69 mujeres, unos 200 son preventivos y están pendientes de juicio, por lo que no les afecta la reclasificación. En torno a 40 disfrutan ya del tercer grado en las prisiones de Martutene (San Sebastián), Basauri (Vizcaya), Pamplona y Nanclares de Oca (Álava).

Poco más de un centenar están clasificados en segundo grado, aunque ninguno disfruta permisos de salida porque no han cumplido aún la cuarta parte de la pena o no tienen el informe de la junta de régimen de la prisión. Finalmente, 180, considerados el grupo de los irreductibles que mantiene la fidelidad a las consignas de la organización, están en primer grado y no gozan de ningún beneficio. La mayoría están internados en Herrera de la Mancha (Ciudad Real), Alcalá-Meco (Madrid), Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife y El Puerto de Santa María (Cádiz).

La política de dispersión, iniciada hace tres años, ha significado una ruptura en el bloque de los presos de ETA y ha favorecido un alejamiento en muchos casos de las posiciones violentas. Los equipos de tratamiento penitenciario han podido así estudiar la evolución de los reclusos para orientar la reclasificación y los traslados conforme a la actitud que ha ido adoptando cada uno.

Mientras ETA asegura que no hay fisuras entre sus presos, el Ministerio de Justicia estima que 355 activistas mantienen posiciones favorables de una u otra forma a salidas pacíficas. Alrededor de un centenar, han evolucionado muy favorablemente, de tal forma que los equipos de tratamiento de las diferentes prisiones creen que pueden ser pasados a medio plazo al tercer grado penitenciario o disfrutar permisos desde el segundo.

Las reacciones de muchos presos ante la detención del núcleo de la ejecutiva de ETA, Francisco Múgica Garmendia, Pakito; José Luis Álvarez Santa Cristina, Txelis, y José María Arregui Erostarbe, Fittipaldi, han venido a avalar el análisis del Gobierno. El Ejecutivo estudiaba hace meses la conveniencia de empezar a conceder periodos le libertad a aquellos reclusos sobre los que tiene "convencimiento pleno" de que no volverán a incurrir en actividades terroristas.

Gestiones del PNV

La evaluación de la situación de los presos se realiza en estrecho contacto con los familiares, además de los sondeos que realizan habitualmente los funcionarios. El PNV desarrolla hace años una intensa labor cerca de las familias de decenas de presos de ETA, a través del exdiputado y actual consejero de Presidencia del Gobierno vasco Joseba Zubía.

El impulso a la reinserción "se hará dentro del ordenamiento legal", subrayan fuentes penitenciarias, aprovechando Ia flexibilidad del sistema legal, que deja en manos de las juntas de tratamiento la posibilidad de progresar de grado hasta el que permite volver a la libertad". Los responsables del Ministerio de Justicia excluyen a corto y medio plazo la concesión de indultos porque "la sensibilidad social no los aceptaría mientras se sigan produciendo atentados y asesinatos".