Masculino plural
No suele ser extraño leer en el periódico que usted dirige noticias en las que al colectivo de mujeres, que constituimos un alto porcentaje de la población, se nos excluye por el fácil sistema de incluimos en el masculino plural, o, simplemente, en el masculino a secas.Hay días, sin embargo, en los que esta costumbre -signo de una falta de sensibilidad impropia de un medio de comunicación que suele mostrarse a la avanzadilla lingüística- resulta escandalosa. El 16 de marzo podemos leer que "Carmela Arias recibió el Premio Gallego del Año". Claro que, estando Camilo José Cela de por medio, no nos sorprende. Pero no queda ahí la cosa, porque en la página 24 un titular de gran tamaño nos informa de una fábrica "sin hombres" en Japón, donde, al parecer, los robots sustituyen a los trabajadores masculinos, pero no sabemos qué pasa con las mujeres trabajadoras. ¿Qué imperfección cometerán los hombres japoneses para que los sustituyan por robots en las cadenas de producción?Y ya, como remate, en las noticias de Andalucía constatamos el extraño suceso por el cual un juez investiga la muerte de una niña recién nacida en Jaén, que en el texto se transforma en "un recién nacido". Si ni siquiera a una recién nacida se le reconoce la identidad sexual, ¿qué podemos esperar las mujeres que se nos reconozca una vez mayores?-
