La gangrena del cemento
Los vecinos de un inmueble aquejado de aluminosis creen que sufren un montaje especulativo
Son unos 400 vecinos. La mayoría de clase media. Alquilaron sus viviendas hace 30 o 40 años, "a duras penas", en un edificio que cubre una manzana entera del paseo de la Castellana, junto a la plaza de Castilla. "Entonces, 4.000 pesetas -precio del alquiler eran más de la mitad de, un sueldo". Ahora, los de renta antigua pagan entre 10.000 y 20.000 pesetas al mes. Y tienen la casa llena de hijos. Cuando miran de reojo los estragos del decreto Boyer les han dicho que algunas de las viguetas de los bloques sufren la gangrena del cemento, aluminosis, y, para colmo, degenerativa. Están asombrados, "porque ni hay grietas ni nada". Y lo tienen claro: "Es un montaje de la constructora para vender el solar y especular".
Los vecinos no quieren oír hablar de la aluminosis, ni mucho menos de desalojos. Consideran infundado y carente de solidez el informe, encargado por el Ayuntamiento de Madrid, que revela síntomas de degradación por efecto del mal del cemento en varias viviendas. Un estudio sobre el inmueble encargado por el Ayuntamiento a la empresa Intemac indica que en algunos de los portales el grado de "aluminosis es importante, aunque no en todos".Fuentes municipales han matizado, no obstante, que la situación dista mucho de ser alarmante. "Lo más normal", refirió un técnico municipal a la vista del informe, "es que no pase abslu tamente nada antes de por lo me nos ocho años".
"Un dineral"
Entretanto, la alarma ha cundido en la manzana. Los vecinos desconfían de la veracidad y rigor del estudio, y opinan que es una triquiñuela de la empresa propietaria, Constructora de viviendas, SA, para declarar en ruina el edificio y vender el solar "por un dineral". "Y es que esta zona es una mina de oro", argumenta un inquilino, que dice haber oído que una firma está dispuesta a pagar 180.000 millones de pesetas por el inmueble. No es para menos: el bloque está situado a escasos metros de la plaza de Castilla. La mina de oro limita con el paseo de la Castellana y las calles de Carlos Maurrás, Doctor Fleming y Félix Bois. Toda la manzana, próxima a las torres de KIO, es de Constructora de Viviendas, SA. Según los inquilinos, la idea de declarar en ruina el edificio empezó a barajarse a finales del año pasado, días después de la muerte de Pascual Saorin, su constructor y propietario. "Los herederos son los que están atizando todo esto. Pero, ojo, que lo sepan, de aquí no me voy mientras ellos sigan ahí..." señala otra vecina. La sede social de la empresa está ubicada en un tercer piso del polémico inmueble. Una mujer lo tiene claro: "Esto es una maniobra maquiavélica, ¿sabe usted? Aqui no ocurre nada, ¡no hay más que ver los pisos!".Las casas tienen entre 120 y 140 metros cuadrados, aproximadamente. Son confortables. Los muebles clásicos están presentes en casi todas, y, aparentemente, no hay grietas ni ningún, otro indicio que revele la existencia de gangrena en sus intestinos. Al menos, en las casas visitadas por este periódico. Por ello, los vecinos insisten en que a la propiedad "le va a resultar muy difícil" ejecutar la maniobra especulativa que, opinan, pretende realizar.
¿Qué es eso de que nos van a desalojar? ¿Quién lo ha dicho? ¿Por qué? Las mentes de los vecinos están llenas interrogantes, aunque sobre todas gravita un hecho claro: "De aquí no nos vamos". "Cuando alquilamos los pisos, hace muchos años, la renta era muy alta; hace 30 o 40 años 4.000 pesetas eran mucho dinero", recuerda un vecino. "Si ahora la renta es pequeña, ¡que se busquen la vida!". El último informe, el encargado por el Ayuntamiento, es el que más inquietud ha creado, precisamente porque los vecinos estaban convencidos de su imparcialidad.
Un miembro de la junta general se queja ahora de que desde el Ayuntamiento, sin fundamento alguno, "se ha sembrado la alarma". Este vecino asegura que las inspecciones muestran "una presencia insignificante de aluminosis" en algunas de las viguetas estudiadas, "pero nada más".
Obstrucionismo
La constructora ha enviado una carta a la asociación de inquilinos quejándose de la actitud, obstruccionista" que éstos mantienen sobre los muestreos en los forjados. "No es política de nuestra empresa", dice la carta ,enajenar su activo inmovilizado, ni se han iniciado las más mínimas gestiones sobre el particular".Los vecinos no permitirán a ningún. técnico efectuar muestreos en sus casas si no es con "autorización judicial" según uno de los últimos acuerdos adoptados por la Asociación Aicam 3, creada por los propios vecinos en defensa de la integridad del inmueble. José Luis López se queja de que, como consecuencia de un muestreo, le deterioraron parte de su taller de pintura.El pasado mes de diciembre, Construcciones y Viviendas remitió al vecindario un informe, elaborado por la firma Otep Intemacional, que refleja la aparición "en los forjados de los edificios de una degradación progresiva del hormigón por posible aluminosis en el mismo".
La humedad es uno de los factores que provocan esta afección. Una viga en la que abunde el aluminato es más propensa que otras a que le salgan poros y a perder resistencia. "Aquí, ni hay poros ni nada; que me lo cuenten" espeta otro vecino.
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