Olvido
Estamos en abril. De modo que llevamos tres meses de retraso en lo del referéndum de autodeterminación del Sáhara. Un retraso causado por la resistencia de Marruecos a aceptar el censo español: o sea, que Hassan se niega a cumplir el plan de paz y se desdice de los acuerdos que ha firmado. Y pese a esta actitud de claro obstruccionismo, el Consejo de Seguridad de la ONU eludió aprobar, la semana pasada, un plan que obligaba a marroquíes y saharauis a llegar a una solución antes de tres meses. El Consejo se puso a silbar, disimulé, miró para otro lado y dejó pasar el plan sin comprometerse. La larga mano de Marruecos y la estrecha e interesada complicidad de Francia lograron que los miembros del Consejo anduvieran así de perezosos y de distraidillos. No se puede decir que mi aprecio por los franceses aumente mucho con trapicheos como éste.Estamos en abril. Pasan los meses y sobre el Sáhara cae un telón espeso de silencio. Lo que Hassan no consiguió por la represión y por las armas, torturando bárbaramente en sus prisiones, bombardeando con .napalm a mujeres y niños e invirtiendo millonadas en armamento; lo que no logró tras 17 años de persecución y hostigamiento un gigante magrebí contra un puñadito de pastores del desierto, lo va a obtener ahora gracias a su maestría en los sucios manejos de trastienda. El tiempo, y el olvido (hay tantos asuntos graves en el mundo), juegan a favor de Marruecos.
Estamos en abril y ya casi nadie habla del diminuto pueblo saharaui. ¿Vamos a dejarles morir así, bajo la avalancha de silencio que Hassan ha comprado? Mientras Francia apoya los trucos de Marruecos, ¿qué hace España? En medio de tanta amnesia y de tanta desidia hay que volver a hablar, una vez más, de la justeza de las reivindicaciones saharauis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.