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Decisiones incomprensibles

La construcción de una macrocárcel en Soto del Real es un eslabón más de la cadena de atropellos sufrida por el municipio a lo largo de varios años. El impacto sobre el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares será irreparable.

El término municipal de Soto del Real viene siendo utilizado desde hace varias décadas como un rompecabezas al que poner piezas o quitarlas sin otro criterio que el estado de ánimo de las personas sentadas a la mesa para pasar un rato y después largarse.Mucha incomprensión hacia el, medio tuvieron que tener los que permitieron y permiten una especulación inmobiliaria salvaje que ha hecho de Soto del Real una colmena de veraneantes que chupan la sangre, el agua y la savia de los animales y las plantas del río Mediano, que se seca cada verano para llenar piscinas y regar jardines artificiales.

Más comprensivos fueron aquellos que pensaron que una parte del término municipal de Soto podía formar parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Aunque, como muchas veces sucede, esa comprensión parece que fue más un gesto para quedar bien que la manifestación de una conciencia ecológica más amplia y continuada.

Lo indefinible es el estado de ánimo de las personas que han decidido, en primer lugar, construir una cárcel donde más de 2.000 personas serán encerradas y, en segundo lugar, asentarla al otro lado de la estrecha carretera que separa el parque regional del resto del término municipal de Soto. Seguramente, ese estado de ánimo resulta indefinible porque los técnicos responsables del Ministerio de Justicia y del de Interior actúan como auténticos robots, sin mostrar razón ni sentimiento.

Amigos de la Tierra se alarmó al conocer la noticia de la posible construcción de la cárcel, incluso sin hacer una profundización en las consecuencias que el asentamiento podría tener en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (PRCAM). Después de una investigación más pormenorizada, la alarma aumentó, ya que el impacto ambiental, si el proyecto sigue adelante, será enorme. El recurso paisajístico y los de la fauna y flora corren un peligro de daño irreparable.

En la exposición de motivos de la Ley 1/1985, de 23 de enero, del PRCAM se dice que se. preservarán los valores culturales, agrarios y paisajísticos de la zona, y aparece textualmente: "El espacio así delimitado constituye un sistema morfológico, geológico y productivo claramente gestionable. Al este y al oeste del mismo existen zonas que deben ser tratadas con una visión estratégica y unitaria, dentro de una política de defensa de nuestro medio natural... y garantizada mediante controles medioambientales y urbanísticos...". Una vez más, el espíritu de una ley, indispensable para su existencia, es quebrantado con el más despreciable descaro.

Primero, los legisladores ponen la miel en los labios de los ciudadanos inventando la figura de "las zonas T" (de transición). Estas zonas deberían ser franjas de protección para los enclaves valiosos del parque. En el PRCAM sólo existe una zona T alrededor de la valla del monte de El Pardo, que es escasa por su extensión y eficacia. Tras haber olido la miel, e incluso haberla probado, nos la quitan y encima nos dan un palo en la cabeza. Primero, con la construcción de un tramo de la M-40 pasando de zona T y de monte de El Pardo, y ahora, con la construcción de la cárcel en una zona que debería formar parte de una amplia zona de transición o preparque que atenuara eficazmente el cambio tan brusco y los cortes del ecosistema, típicos de todas la zonas fronterizas de los espacios protegidos en el territorio español.

Ciencia-ficción

Parece ser que los técnicos que tomaron la decisión de construir la cárcel en Soto del Real y de meter a más de 2.000 presos en su interior estarán muy orgullosos de contar con unos programas de seguridad impresionantes y unos aparatos que parezcan de ciencia-ficción para controlar a los presos en esos edificios antiestéticos que hasta hoy son las cárceles, la fuerza de vigilancia penitenciaria. La juez Manuela Carmena critica sensatamente estos dispositivos que cuestan millonadas y que sirven, entre otras cosas, para volver locos a los presos.

Los sistemas de focos, alambradas y alarmas que funcionan noche y día no sólo perjudican a los cautivos hacinados, sino que ponen en peligro a una comunidad de vertebrados casi intacta y única en el centro de la Península.

Una de las más importantes características de este parque es su capacidad peculiar de acoger especies atlántico-europeas (pechiazul, halcón abejero) e iberomediterráneas (buitre negro, roquero solitario, largartija serrana). Es un parque de transición europeo-ibérico. Hibernan en él especies migratorias europeas como la garza real, paloma torcaz, somormujo grande... Sin duda, las 39 especies de aves de zonas húmedas, entre las que se encuentran las anátidas del embalse de Santillana, las 18 especies de rapaces diurnas y las seis especies de rapaces nocturnas, y las 102 especies de aves paseriformes, serán los animales más amenazados, ya que serán expulsados de la zona, con la grave consecuencia de una reducción de su hábitat.

Por otro lado, Soto del Real, un pueblo ganadero que con el paso del tiempo ha visto cómo sus ingresos económicos se encauzaban sobre todo hacia el sector terciario, y más concretamente al turismo de urbanización veraniega, corre el riesgo de perder zonas muy aptas para la ya decadente ganadería extensiva, actividad que habría que preservar por su alto valor ecológico.

El Plan de Uso y Gestión del PRCAM desarrolla la ley del 23 de enero de 1986. Su plan de tratamiento paisajístico tiene como objetivo promover y guiar todas las actividades y soluciones tendentes a eliminar o minimizar los impactos paisajísticos. Haciendo referencia a este aspecto, encontrarnos la siguiente frase: "También se tendrán en cuenta las vistas del parque desde el exterior".

Una cárcel de hormigón, ladrillo y cemento, con dos torres de más de 60 metros de altura, aparecerá tapando las siluetas de las montañas que forman la Cuerda Larga, una de las vistas más sugerentes de la sierra madrileña.

La filosofía de las Administraciones estatal y regional, a la hora de tener en cuenta el impacto medioambiental, se lee claramente en el artículo 3.4 de la Ley 1/1985: "... Mediante ayudas, subvenciones y otros medios de fomento" se pretende solucionar los perjuicios a los municipios:. Según los responsables, con dineros todos se callarán. Dentro de ese "todos" introducen a los habitantes de Soto del Real, a los ciudadanos de Madrid, y si se sienten generosos, incluso podrían llegar a pagar a los visitantes del parque, procedentes de toda España y de Europa, que desde las cañadas de las montañas del parque observarán la cárcel. Incluso darían un plus a aquellos que osaran visitar el parque para olvidar los problemas de las grandes ciudades, ya que no tendrían más remedio que echar un vistazo a la cárcel.

En Amigos de la Tierra, siendo conscientes de que la construcción de una cárcel de esas características en el término municipal de Soto del Real es un atentado ecológico de consecuencias nocivas irreversibles, nos oponemos a este proyecto sin sentido. Además, hacemos una denuncia pública por la transgresión del espíritu de la Ley 1/85 del PRCAM y de su Plan de Uso y Gestión, concretamente del plan de tratamiento paisajístico. La solución no está en pagar los impactos, sino en evitarlos.

Sergio Romano es colaborador de la asociación Amigos de la Tierra.

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