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Entrevista:

"El Gobierno argentino ha cambiado radicalmente con Carlos Menem"

El gobernador británico de las islas Malvinas, el diplomático William Fullerton, considera que sus súbditos no quieren nada con Argentina, y que está todavía muy fresco el recuerdo de la invasión. Fullerton lleva tres años y medio en las Malvinas, a dónde llegó de la embajada de Somalia, y piensa que hay puestos mucho peores para un diplomático. Aprecia la ausencia de delincuencia, de contaminación y de atascos de tráfico, y no escatima elogios a la posición del Gobierno argentino del presidente Carlos Menem.En su despacho de Puerto Stanley, el gobernador recibió al enviado de EL PAÍS. Reconoce Fullerton que la guerra provocó un auge en el archipiélago. "Seguramente usted va a encontrar gente que le va a decir que antes del conflicto la perspectiva de las islas era muy pobre", dice. "No había pesca, y las perspectivas económicas no eran muy interesantes. Desde el conflicto se ha mejorado en muchos aspectos".

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Pregunta: En estos días en las islas he observado preocupación por un triunfo laborista en el Reino Unido. Los isleños creen que las cosas van a cambiar para ellos.

Respuesta: Bueno, el Partido Laborista no ha triunfado todavía. No puedo decir lo que haría si ganara. No sé cuál sería su política una vez en el poder, pero creo que la opinión pública no permitiría a ningún partido, ni de la izquierda ni de la derecha, entregar la soberanía de las islas Falklands. Tuvimos la guerra, o el conflicto, en el que se perdieron vidas británicas. También se gastó mucho dinero y mucho esfuerzo para recuperar la libertad de las islas. No veo a la opinión pública a favor de entregar la soberanía de las islas o de empezar a hablar seriamente de algo que nos llevaría a esto. Pero ésta es mi opinión personal sobre lo que yo pienso que el pueblo británico sentiría. No sé lo que haría el Partido Laborista.

P. ¿Ha observado usted cambios en el Gobierno argentino en el tema de las Malvinas?

R. Sí; nunca he estado en Argentina, pero me parece que ha habido un cambio radical desde que el presidente Carlos Menem asumió el poder. Menem acordó que el asunto de la soberanía podía dejarse fuera de la discusión con el Reino Unido. Él reconoció que las relaciones diplomáticas con el Reino Unido podían ser reanudadas, algo que habíamos sugerido durante bastante tiempo. También, según yo lo entiendo, él ha aceptado que la fuerza no es el modo correcto para conseguir cualquier reclamación argentina de estas islas, sino que debe perseguirse por la vía diplomática y política. Debe ser un objetivo a largo plazo. Eso para mi es un cambio considerable. Cualquier renuncia al uso de la fuerza es muy bienvenida.

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P. ¿Cómo son las relaciones entre los militares y los civiles en las islas?

R. Las relaciones son buenas. A los civiles les gusta tener a los militares aquí. Es una gran seguridad para ellos.

P. Hay gente que dice que con el petróleo, si se encuentra, los isleños podrían pagar su propia defensa y ser independientes. ¿Le parece posible esto?

R. Es una hipótesis eso de que podrían pagar su propia defensa. Me imagino que, si hubiera un yacimiento de importancia, ése podría ser el caso. Hay una o dos voces que hablan de independencia, pero creo que la mayoría no está a favor. Creo que la mayoría preferiría que la situación se mantenga tal como está.

P. ¿Ve usted la posibilidad, de una mejora de las relaciones con Argentina, además de las conversaciones que se están manteniendo, por ejemplo en comercio o comunicaciones aéreas?

R. No creo. Los isleños, de verdad, no desean tener nada que ver con los argentinos, con el recuerdo de la invasión tan fresco como está. No necesitan lazos con Argentina. Casi todos los lazos tradicionales, antes de los años setenta, eran con Montevideo. A veces yo digo que es como si alguien viene a tu casa y se sienta en tu silla, le das una taza de té y de repente él dice: "Ésta casa es mía". Ése es un huésped al que probablemente no le das la bienvenida otra vez. Hay un parecido con esto. Hay quienes lo sienten con más o menos fuerza, pero la opinión general es que no quieren tener ninguna conexión con Argentina.

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