La deriva de los desesperados

Es, sin duda alguna, uno de los golpes más duros infligidos a la organización independentista vasca. El domingo 29 de marzo han caído la mayoría de los jefes de ETA Militar, y, sobre todo, los que simbolizaban la intransigencia de la organización en la búsqueda de una independencia que parecía, cada vez más, un pretexto para unas acciones terroristas ciegas. (...) Los padres fundadores están desde hace tiempo entre rejas, y los segundos espadas han sucedido a los jefes. No tienen la envergadura de los primeros y no han sabido dominar la derivación hacia el gansterismo, el tráfico de drogas y el asesinato a sangre fría, que han hecho de ETA un núcleo de desesperados. El golpe de la policía francesa no pondrá fin al movimiento y los detenidos serán reemplazados. La huida hacia adelante continuará, ocasionando nuevas víctimas para vengar a los mártires en pnsión y conservar la esperanza de arrancar al Gobierno unos interlocutores improbables. Pero la organización separatista sale claramente debilitada de la redada de Bidart. Es cada vez más evidente que la guerra está perdida. ¿Cuánto tiempo hará falta todavía para que se restablezca la paz civil definitivamente en España? La batalla de 1992, considerada como decisiva por el estado mayor de ETA, se salda con un balance humillante. La noticia no puede más que servir de consuelo a España en la víspera de dos citas en las que no puede fracasar. 30 de marzo