Una guitarra distinta

Lleno hasta la bandera en la VIII Jornada Flamenca de Fuenlabrada. Vicente Amigo cuenta ya con un fuerte tirón, especialmente entre los jóvenes aficionados. Su guitarra tiene duende, y ángel, y magia. Un sonido increíble, una riqueza cromática suntuosa.Es uno de estos nuevos monstruos de la guitarra flamenca que nos causan perenne asombro. Hablar de su capacidad técnica, de su fácil dominio del instrumento es simplemente ocioso. Lo importante, en el caso de Vicente Amigo, es que su guitarra comienza a sonar y de ella emana una música bellísima, de inusitada amplitud melódica, como si creciera desde dentro, de sus propias raíces.

El secreto de Vicente Amigo como guitarrista es que tie ne cosas que decir, y las dice con un acento personal henchido de capacidad de sugestión. Su música no se nos que da en puro juego de artificio deslumbrador. Y a solas con su guitarra nos regala unos sonidos intensos, jondos.

Triunfo grande, asimismo, de la cantaora Esperanza Fernández. Su arte viene de familia, de un fecundo tronco trianero que arrancó de la fragua de los Cagancho. Especialmente en las bulerías, Esperanza Fernández desarrolla un juego seductor de dulzura y fuerza, subrayado por pinceladas de baile llenas de encanto. Nos defraudó Miguel el Rubio. Canta a trozos, fragmentando los tercios y no llega a emocionar.