¿Y si Delors se va?
"No hay ningún elemento de incertidumbre, y el presidente acude cada mañana a su trabajo", afirma el portavoz de la Comisión Europea a la hora de referirse al futuro inmediato del presidente Jacques Delors. Lo que parece claro es que Delors se mantendrá en su puesto al menos hasta la cumbre de Lisboa, los próximos 26 y 27 de junio, para tener la oportunidad de encauzar el futuro marco financiero de la CE, sentar las bases de las ampliaciones futuras y, en caso de partida, tener una despedida a su altura.Las apuestas sobre si Delors se va o se queda están igualadas. El interesado prefiere reservarse sus bazas en Francia para las elecciones presidenciales sin quemarse en el intermedio como primer ministro. "Prefiero ser albañil en Bruselas que bombero en París", confesó hace poco a un grupo de íntimos.
Pero si Delors se va antes de que acabe el mandato, a final de este año, los Doce tendrán que elegir por unanimidad un sustituto dentro del actual equipo de comisarios. Como presidente para unos meses se apunta a Frans Andriessen, vicepresidente responsable de las relaciones exteriores de la CE, pero su nombre levanta ampollas en muchas capitales, críticas con su papel en la negociación ante el GATT y sus teorías sobre Europa del Este.
Ninguno de los actuales comisarios parece tener respaldo para ejercer el mando. Para los dos años siguientes de la fase de transición, los Doce tendrían que elegir a un nuevo presidente, puesto para el que se postula al actual ministro italiano de Asuntos Exteriores, el desbordante Gianni de Michelis. Lo que sí parece claro es que la hora del aterrizaje de uno de los pesos pesados de Europa -el holandés Ruud Lubbers, Felipe González, el belga Wilfried Martens u otro- no se producirá hasta principios de 1995, cuando la Comunidad, convertida en Unión Eu7ropea, será suficientemente' apetecible para ejercer el liderazgo. Pero hasta ese momento, para los Doce, Delors es su mejor sustituto.
