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LOS RIESGOS DE LA ENERGÍA NUCLEAR EN EUROPA

Hacer seguras las centrales de la ex URSS costará unos seis billones de pesetas

FÉLIX MONTEIRA "La situación que plantean las centrales nucleares en la antigua URSS y otros países del Este es grave, y nosotros [la CE] estamos totalmente implicados", afirmó ayer el comisario Carlo Ripa di Meana, responsable del Medio Ambiente. La seguridad nuclear es una de las prioridades en las relaciones de la Comunidad con el Este, pero la ayuda de los Doce a las repúblicas de la antigua URSS por este concepto (6.900 millones de pesetas el pasado año) es bien escasa frente a la cifra de entre tres y seis billones de pesetas que se calcula cuesta dotar a las instalaciones nucleares de las garantías de seguridad vigentes en los países occidentales.

El ministro alemán de Medio Ambiente, Klaus Töpfer, salió anteayer a la palestra para insistir en que la seguridad nuclear debe ser el destino de una parte importante de la ayuda occidental a la antigua URSS que debe ser decidida en la Conferencia de Lisboa los próximos 22 y 23 de mayo.Alemania, que ya se ha visto obligada a clausurar cinco reactores de diseño soviético en los länder del Este y que ha Financiado la mitad de la ayuda internacional a la antigua URSS, pide a sus socios comunitarios un reparto de la carga.

El síndrome del accidente de Chernóbil que padeció Europa en 1986 resurgió el pasado martes con la fuga de gases radiactivos en la central de Sosnovi Bor.

"Se trata de reactores que conocemos mal, pero sobre los que existe la sospecha de defectos de diseño, aparte de las carencias de seguridad típicas de todas las instalaciones nucleares del Este", manifestó ayer un experto comunitario sobre los reactores RBMK, como el averiado en esta central cercana a San Petersburgo.

Aunque en esta ocasión, al contrario que en 1986, el sistema de alerta nuclear de la CE no fue activado, Ripa di Meana recuerda que "la Comisión Europea ha advertido varias veces del alto riesgo que plantean esta clase de instalaciones". Sin embargo, "la solución radical de cerrar estas plantas se enfrenta a las necesidades energéticas de estos países". El cierre de las centrales de Stendal y Greifswald en la ex RDA ha sido posible gracias a la conexión a la red occidental de electricidad y gas. Tanto Bulgaria como Checoslovaquia y las repúblicas de la CEI están dispuestas a estudiar la clausura de ciertas nucleares si reciben compensaciones por ello.

Una parte de la asistencia técnica que la CE concede a las repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) va dirigida al intercambio de información y a la cooperación en materia de seguridad nuclear. La Comunidad destinó el pasado año a este objetivo casi 7.000 millones de pesetas, y para este año está prevista una cifra levemente superior. Expertos occidentales estiman en cerca de seis billones de pesetas el coste de construir el caparazón de hormigón en torno a la cúpula del reactor y dotar a las 42 plantas nucleares de la antigua URSS con las norrnas técnicas vigentes en el resto de Europa.

La seguridad nuclear es también el objetivo prioritario de la CE dentro de la financiación para el futuro Centro de Ciencia y Tecnología de Moscú, creado para frenar la fuga de cerebros nucleares. "Para nosotros, lo esencial son las plantas civiles de producción de energía eléctrica, mientras los norteamericanos ponen el acento en el desmantelamiento de misiles", afirma Pablo Benavides, coordinador del programa y responsable comunitario de las relaciones con el Este.

La aportación inicial de Estados Unidos y la CE es de 25 millones de dólares cada uno, mientras Japón y Canadá se han comprometido a una contribución más modesta.

Nueva era

Fuentes de la Comisión Europea insisten en que la preocupación por la protección del medio ambiente y la seguridad nuclear ha estado en el origen de la nueva era de relaciones iniciada tras la caída del muro de Berlín. Las bases de esta cooperación fueron negociadas en la reunión ministerial celebrada en Dublín en abril de 1990, precisamente el primer encuentro al más alto nivel entre la CE y todos los países del Este.

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