"No tenemos un Estado de derecho verdadero"
En los calabozos militares se encuentran arrestados 90 oficiales del Ejército venezolano - 27 en el Fuerte Tiuna y 63 en el cuartel San Carlos-, esperando ser juzgados por intentar derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez en la madrugada del pasado 4 de Febrero. Entrevistar a los cabecillas de la rebelión en el San Carlos significa arrimarse al contacto de los familiares y amigos que, a miles, soportan una larga cola de más de una hora en los días de visita para poder entrar a esa fortaleza, construida en la colonia española y hoy convertida en cárcel militar.El registro es exhaustivo. No se permiten cámaras ni grabadoras. Y si hay algún manuscrito o carta, simplemente pasa por el filtro ocular de los guardianes. De ahí que tuviéramos que esconder la libreta de apuntes en las bragas para evitar que la descubrieran con el manoseo de la cabeza a los pies en la salida.
Los visitantes son en su mayoría mujeres. Esposas, madres, hermanas, amigas y niños llevan bolsas de comida para aliviar el encierro de sus fornidos soldados que pretendieron romper con 34 años de democracia venezolana.
En el pabellón de los comandantes circulan cerca de 500 personas durante el día de visita. Otra cantidad igual que va a verlos a través de las rejas, para estrecharles las manos y gritarles su solidaridad.
Todos visten su uniforme de campaña y mantienen la disciplina y jerarquía castrenses. En las celdas se les permite tener libros, televisores, radios y periódicos sólo en los días de visita, que se convierten en verdaderas fiestas por el arpa, las maracas y el cuatro, instrumentos del folclor venezolano que músicos improvisados llevan para levantar la moral de los comandantes. Su idea generalizada es que Venezuela está al borde de una guerra civil.
