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El plan municipal contra las drogas llegó en 1991 a 10.000 toxicómanos

Un total de 10.264 toxicómanos fueron atendidos por los servicios municipales contra la droga a lo largo de 1991. A ellos se unieron otras 6.201 personas, familiares de los drogodependientes. El balance del plan municipal contra la droga, aprobado por todos los grupos municipales en 1988, fue presentado ayer por la concejal de Servicios Comunitarios, Ana María García Armendáriz, en el curso de la reunión de la comisión antidroga.Según el Ayuntamiento, el plan se ha consolidado en 1991. Un estudio sobre el impacto del programa indica que el 35% de los madrileños conocía de su existencia, al tiempo que ha descendido la oposición vecinal a la construcción de centros de ayuda al drogodependiente en el entorno residencial (del 51% en 1989 al 37% en 1991).

El plan, que ha contado con un presupuesto de casi 1.300 millones de pesetas, se articula, por un lado, en las tareas de información y orientación y, por otro, en la atención especializada, desarrollada en los siete centros de atención a las drogodependencias (CAD), de titularidad municipal, y en comunidades terapeúticas o instituciones privadas, como Cáritas, Proyecto Hombre o Cruz Roja.

El grupo de edad mayoritario de los toxicómanos atendidos es el comprendido entre los 25 y los 26 años, con un 63% de los casos en 1991. El 94% de los drogodependientes eran adictos a la heroína.

Las listas de espera han pasado de 373 casos en abril a 251 en diciembre, distribuidos entre los CAD de Vallecas (147 casos pendientes), Ciudad Lineal, (71 casos) y Tetuán (33 casos). La mayor presión asistencial se da en los sectores III (Moratalaz y Vallecas) y IV (San Blas, Vicálvaro, Ciudad Lineal y Barajas).

La comisión antidroga reunida ayer aprobó 24 medidas destinadas fundamentalmente a la prevención. Para el concejal de Izquierda Unida, Félix López Rey, las actuaciones del Ayuntamiento van a un ritmo "excesivamente lento". López-Rey dijo que las comunidades terapeúticas donde se envía a los toxicómanos son de "dudosa fiabilidad" y añadió que los programas de reinserción son ineficaces.

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