La escuela de relojería de Ginebra repara el reloj de la catedral de León

Alumnos de la escuela de relojería de Ginebra repararán el reloj de la catedral de León; una pieza que data del año 1788, según reza en la inscripción grabada en la maquinaria. El reloj, tras la muerte en la década de los setenta del campanero que le mantenía con vida, Francisco Fernández, quedó prácticamente abandonado. En la restauración participará la escuela-taller de León, de cuyo director, Francisco Azconegui partió esta iniciativa. Los alumnos de la escuela leonesa reconstruirán la esfera de madera con los números en plomo, la aguja horaria y el habitáculo donde se encuentra el reloj para preservarlo del polvo. El cabildo catedralicio correrá con los gas tos del desmontaje y posterior montaje de la pieza.La restauración del reloj de la catedral de León llevará 600 horas de trabajo, con un coste total de unos 40.000 francos suizos (alrededor de 2,8 millones de pesetas); cantidad que será sufragada por una prestigiosa marca de relojes suizos.

El Ministerio de Cultura ha dado ya el visto bueno para el traslado del reloj a Ginebra. El director relojero de la escuela de Ginebra, Jean-Pierre Curhchod, y el técnico en relojes de torre Jacques de Vialet inspeccionaron el viernes la pieza para preparar su traslado a finales de abril. Se, calcula que el reloj podrá estar completamente restaurado en seis meses y que pueda dar las primeras campanadas de 1993.