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Dos plazas recién restauradas esperan desde hace meses las fuentes que las adornarán

Juan Antonio Carbajo

El Ayuntamiento de Madrid combate la sequía de una forma peculiar: con fuentes fantasmas. Desde hace varios meses, las recientemente remodeladas plazas de Santa Ana -inaugurada ya oficialmente- y de la Paja esperan que los huecos reservados a los surtidores se terminen.

La fuente de la plaza de Santa Ana no se ve pero se sabe cómo es. Tiene forma de concha compostelana y está hecha en granito. Hace tres meses, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, inauguró la rehabilitación de la plaza, ex feudo de los artesanos, y aseguró que cuando se terminaran las fiestas navideñas se instalaría una fuente como la descrita. Pero el agujero semicircular que preside el pequeño parque seguía ayer esperando los anunciados surtidores.La plaza de la Paja va algo más avanzada. Al menos está terminado el vaso de la fuente, que actualmente sirve de improvisado asiento para los vecinos. La rehabilitación de esta plaza comenzó en mayo pasado, en plena campaña electoral. El líder de IU, Julio Anguita, iba a dar un mitin en ella cuando se a encontró totalmente vallada a causa de estas obras. Pero tampoco esta fuente funciona, a pesar de que se terminó en octubre, según el Ayuntamiento.

El presidente de Centro, Ángel Matanzo, tiene su particular explicación. "¿Estarán esperando que brote un manantial milagrosamente?", se preguntaba en el pleno de febrero en referencia a sus compañeros de Medio Ambiente y Obras, responsables de las rehabilitaciones.

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