Descontrol presupuestario en las autonomías

El Gobierno español recibe felicitaciones por haber mantenido en 1991 su política monetaria restrictiva. Los tipos de interés siguieron siendo altos en relación a los principales socios económicos de Esaña. Esta situación, añadida al "dinamismo de la economía española explica la firmeza de la peseta en el Sistema Monetario Europeo. Si la inflación continúa bajando y los tipos de los otros países del Sistema Monetario Europeo disminuyen un poco, los españoles podrían descender ligeramente este año. La política presupuestaria fue "ligeramente expansionista", en 1991, debido en parte, según la OCDE, a "la incapacidad para controlar los gastos de las administraciones regionales". Los presupuestos de las autonomías en 1991 preveían incrementos de los gastos superiores al PIB y, en la práctica, superaron sus propias previsiones. Muchos de esos gastos estuvieron liga dos a "proyectos de prestigio", "un nivel elevado de salarios", "un reclutamiento inmoderado" y "la preocupación por contentar a los grupos de presión locales".

Derroche

La OCDE lamenta que la descentralización española se haya basado en "la creación de varios niveles de administración que se superponen y provocan un importante derroche de capital humano y otros recursos". La transferencia de competencias en favor de las autonomías ha ido acompañada de un "aumento importante" de los empleados de estas últimas: un 31% más en los últimos cuatro años, es decir, 100.000 personas. Pero ese fenómeno no ha sido compensado por una reducción de los efectivos de la Administración central, que, por el contrario, han aumentado ligeramente en ese mismo periodo. En consecuencia, el nivel de crecimiento de los puestos de trabajo en las administraciones públicas españolas es el más elevado de la zona de la OCDE, un poco más del 5% entre 1987 y 1991.

Pese al rigor presupuestario que la Administración central se ha impuesto este año y también su política de incremento de los impuestos indirectos y su voluntad de luchar contra el fraude fiscal, el déficit puede ser en 1992 más elevado que lo previsto. Y ello a causa de la mala situación coyuntural y de los presupuestos expansionistas de muchas administraciones regionales y locales. La OCDE recomienda que las negociaciones entre la Administración central y las autonomías se basen en el principio de "disciplina financiera" y prevean "una limitación más rigurosa de los gastos y los déficit y una mayor homogeneidad de los salarios".