Tel Aviv renuncia al aval de EE UU para créditos de un billón de pesetas
El ministro de Defensa israelí, Moshe Arens, no ha logrado durante su estancia en Washington convencer a la Administración norteamericana de que moderase su posición sobre la cuestión de las garantías bancarias solicitadas por Tel Aviv para la obtención de un crédito de 10.000 millones de dólares (algo más de un billón de pesetas). Muy al contrario, el presidente George Bush ha amenazado con ejercer su derecho de veto a cualquier compromiso que el Congreso elabore al respecto."No nos arrastraremos, no suplicaremos", fue la respuesta de Arens, que afirmó que no ve razón alguna para volver a solicitar esas garantías. En una entrevista con la radio militar israelí, indicó que EE UU ponía a Israel en la tesitura de elegir entre continuar con los asentamientos en los territorios ocupados o las garantías bancarias.
"Tendremos que movilizar todos nuestros recursos para absorber a los inmigrantes de la desaparecida Unión Soviética con la ayuda de las comunidades judías del mundo", declaró Arens. Los 10.000 millones de dólares eran para crear puestos de trabajo para los nuevos inmigrantes y ayudarlos a establecerse.
[Un alto funcionario del Departamento de Estado indicó que Israel no ha renunciado oficialmente a las garantías de crédito estadounidenses, por lo que su petición continúa negociándose entre la Casa Blanca y el Congreso, informa France Presse].
Según el ex ministro de Exteriores, Aba Eban, "el problema no es el supuesto dictado de Washington, sino las prioridades de Israel. El Gobierno debe elegir lo que es más importante para nuestro futuro: la colonización o la inmigración de judíos rusos; la colonización o las buenas relaciones israelo-norteamericanas, o el proceso de paz o el desarrollo de Israel. ¿Hace falta sacrificar todo eso por la colonización judía de los territorios ocupados?".
El 'lobby' judío presiona
Un grupo de congresistas de EE UU trató ayer de convencer a George Bush para que acepte negociar un compromiso que permita conceder las garantías solicitadas por Israel, informa Albert Montagut desde Washington. La reunión fue un intento a la desesperada del grupo de presión judío para suavizar la posición de la Casa Blanca, después de que Bush rechazase el pasado martes, al parecer definitivamente, otorgar esos avales.Por otro lado, en una conferencia de prensa celebrada conjuntamente el lunes por Arens y su homólogo estadounidense, Richard Cheney, el ministro de Defensa israelí aceptó el envío de una comisión para investigar las acusaciones de que Israel ha vendido tecnología militar norteamericana a terceros países.
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