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Alemania considera inaceptable la factura de Maastricht para reforzar la cohesión

Alemania considera "inaceptable sobre las bases actuales" la propuesta de perspectivas financieras de la Comisión Europea, cuyo objetivo es aumentar el presupuesto comunitario un 31% de aquí a 1997, según manifestó ayer el ministro de Finanzas, Theo Waigel. La discusión por los ministros de Economía y Finanzas de la CE de la factura de Maastricht, igual que ocurriera el pasado día 2 con los titulares de Exteriores, reflejó una mayoría de los Doce en contra del proyecto. Sólo los cuatro países más beneficiados por el aumento de las ayudas comunitarias (España, Portugal, Grecia e Irlanda) están claramente a favor.

, España intenta liderar el grupo de respaldo a la propuesta de la Comisión Europea para intentar romper el bloqueo e impedir un retraso en el reforzamiento de la cohesión. El ministro Carlos Solchaga se entrevistó, en paralelo a la reunión del Consejo de Ministros, con el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, para perfilar una estrategia que permita la aprobación rápida del nuevo marco presupuestario."La propuesta es un buen punto de partida para discutir, aunque faltan aspectos importantes a dilucidar para saber cuánto va a recibir España", señaló el ministro.

La "concertación" y "la necesidad de una ofensiva diplomática" fue tratada el pasado viernes en Madrid por Felipe González y Delors. Solchaga renovó ayer el apoyo del Gobierno español a los principios de la reforma, aunque no recoge el principio de progresividad a la hora de contribuir al presupuesto de la CE, por el que tanto luchó el ministro de Economía antes de la cumbre de Maastricht. "Al contrario de los que consideran que la propuesta va demasiado lejos, a nosotros nos parece insuficiente", dijo.

El proyecto español de liderar el grupo de los pobres y de forzar a los ricos a suavizar sus resistencias, choca con la actitud alemana, que ayer cobró los matices de la intransigencia británica. La propuesta de la Comisión, dijo Waigel a los periodistas, "no tiene suficientemente en cuenta las capacidades económicas y los compromisos financieros [coste de la unificación en su caso] de los Estados miembros".

Horizonte más flexible

El ministro alemán de Finanzas considera que las bases actuales son inaceptables porque incluyen gastos de partida para el incremento, como son los reembolsos a España y Portugal y los programas integrados mediterráneos, que ya no existirán el próximo año. Delors fue sensible a las críticas y ofreció un horizonte más flexible en el que los gastos de la CE en 1997, en lugar de 20.000 millones de ecus (2,6 billones de pesetas) previstos de aumento añadido se podrán incrementar "entre 11.000 y 22.000 millones de ecus".

Waigel no se refirió expresamente al gasto previsto para duplicar las ayudas a los cuatro países más pobres, pero sí insistió en que "la cohesión y la convergencia son cosas diferentes". La primera se refiere, en su opinión, a "los esfuerzos propios de cada país para corregir sus datos macroeconómicos", mientras que la cohesión guarda relación con sus retrasos en infraestructuras.

Las críticas alemanas tienen el apoyo de los restantes siete países que serán contribuyentes netos al presupuesto de la CE. El Reino Unido considera que basta con el actual tope del 1,2% del PIB de los Doce para el presupuesto de la CE para cumplir los compromisos de Maastricht, sin tener que llegar al 1,37% que fija la Comisión Europea. El ministro italiano Guido Carli declaró que estaba "perplejo" ante la propuesta. En la misma línea de críticas se manifestaron los ministros belga, luxemburgués, danés, francés y holandés.

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