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Calcetines blancos frente a elegancia

Francisco Peregil

El Ministerio de Asuntos Sociales ha difundido recientemente un folleto, dirigido a los jóvenes, en el que les invita a pedir hojas de reclamaciones cuando se les niegue la entrada a los bares. También se invita en el folleto a denunciar ante la autoridad todas las anomalías que se padezcan. La práctica refleja que denunciando se consigue poco.La escena se repitió el pasado jueves en tres locales nocturnos. En el Palacio de Gaviria, en Arenal, 5. El usuario llevaba unas zapatillas de deporte y calcetines blancos. El aparcacoches le paró en seco.

-Con esa indumentaria no puede pasar.

-¿Por qué?

-Cumplo órdenes.

-De acuerdo, deme el libro de reclamaciones.

-No estoy autorizado.

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Una persona con traje que estaba al lado del aparcacoches lo aclaró inmediatamente: "No estamos obligados a darles eso porque usted no es cliente nuestro. Puede denunciamos en comisaría y nosotros asumimos la denuncia".

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Asumirla resulta barato: el año pasado, la Delegación del Gobierno sólo multó por esta cuestión a 18 locales: a dos, con 75.000 pesetas; a cinco, con 50.000, y a 11, con 25.000. La suma de todas estas sanciones no llega a la mitad del beneficio que puede sacar uno solo de estos bares cualquier viernes del año.

"Bien clarito"

En el pub Torero, próximo a la Puerta del Sol, la situación es la misma, pero el empresario de este local, más hábil, se cubría las espaldas ante la ley con una nota donde se advertía -"bien clarito", según el portero- que, dadas las ca:racterísticas del local en cuanto a categoría, estilo y ubicación, los propietarios se reservan el derecho a no admitir a ciertas personas en función de factores tan dispares como son su aparente ebriedad o su atuendo.

En Cock, a espaldas de la Gran Vía, no había nota, pero el portero reparó también en las zapatillas y en los calcetines y prohibió el acceso. El paso siguiente fue llamar a la Policía Municipal, que atendió atentamente al afectado. "Ya sé que es una contradicción, pero lo único que puede hacer es denunciarlo mañana en el Servicio de Consumo de la Comunidad", alegó un agente.

En el Servicio de Consumo aseguran que lo mejor es llamar al 092, que la policía levante un atestado en el que conste que no se dejó pasar al ciudadano y, al día siguiente, acudir con el papel a la Delegación del Gobierno, en la calle de Miguel Ángel.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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