Medio Ambiente propone reducir la fauna de El Pardo con batidas de caza con arco
Los gamos de El Pardo pueden aparecer en el plato de un restaurante y con un orificio en el cuello. El agujero de una flecha. La portavoz regional de IU, Isabel Vilallonga, hizo la semana pasada la referencia gastronómica para criticar que el Patrimonio Nacional permite en ese monte la caza furtiva. El director de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) de la comunidad, Luis Maestre, entiende que El Pardo está sobrepastado y saturado de animales, y admite que ha autorizado batidas de jabalíes, conejos, ciervos y gamos. Además, propone que en lo sucesivo se les cace con arco.
Todos los años por estas fechas la dirección del Patrimonio Nacional, donde se encuentra enclavado el monte de El Pardo, entrega en la Agencia de Medio Ambiente un plan de caza. El nivel de protección del que actualmente disfruta este paraje, donde está también la residencia de la familia real, favorece una reproducción de las especies prácticamente incontrolada y masiva.Grupos ecologistas, Izquierda Unida y ahora también la propia AMA cuestionan más o menos directamente la gestión del monte. "En El Pardo, no hay más que verlo, sobran cabezas de ganado en general porque está absolutamente sobrepastado", explica Maestre.
En la Agencia de Medio Ambiente se argumentan razones mucho más técnicas que llegan incluso a los orígenes geológicos de estos terrenos. Los expertos de la AMA apuntan que El Pardo es un encinar sedimentado sobre arcosas (arenas gravosas de fácil disgregación) y, por tanto, la sobreabundancia de animales perjudica al monte.
Caza selectiva
Maestre lo tiene pensado y decidido. "Todos los años aprobamos sin grandes discusiones ni negociaciones el plan de caza que nos entrega el Patrimonio Nacional, pero este año queremos llegar más lejos". La AMA pretende reducir en un 20% el número de cabezas de gamos y de ciervos y eliminar el mayor número posible de jabalíes y conejos.Con este objetivo se ha remitido ya el permiso para matar este año unos 30.000 conejos y una cantidad sin límite de jabalíes. El número de conejos y jabalíes que viven en el monte es incalculable para la AMA. Medio Ambiente considera que casi todos los jabalíes de El Pardo están degenerados tras sucesivos y descontrolados apareamientos, y se han convertido en cerdalíes (mezcla de cerdo y jabalí), una especie carente de interés.
"Queremos hacer una caza selectiva, eligiendo las reses a eliminar, para mejorar la sangre de las que queden y mezclar éstas con parejas de su raza sanas y puras", afirma Maestre. El mejor sistema pensado para seleccionar a los animales más defectuosos parece ser la caza con arco. El director de la AMA entiende que existe una asociación nacional de tiro con arco perfectamente controlada y conocida, "y con este tipo de caza no se perturbaría ni a los animales abatidos ni a los supervivientes de la manada".
En la actualidad, los guardas del monte son los encargados de realizar las batidas de caza por el sistema tradicional de la escopeta y los cartuchos.
Los responsables de la AMA defienden el método de la flecha porque es tan efectivo como los cartuchos, pero más limpio y menos ruidoso y molesto. En la AMA no se olvidan de preservar la tranquilidad que requieren las 10 águilas imperiales que anidan en el monte.
La Agencia de Medio Ambiente está preocupada por la cantidad y la calidad de los animales de este recinto protegido. Se cuestiona la manera de regentar el monte y también los censos facilitados desde el Patrimonio Nacional.
Los datos de la comunidad, sin embargo, no son muy distintos de los oficiales facilitados por el Patrimonio.
El censo de la Agencia de Medio Ambiente calcula sobre las 16.000 hectáreas de El Pardo una cantidad de ciervos que llega a los 5.313 (1.548 machos, 2.395 hembras y 1.370 crías). Sobre los gamos se fija la cifra en 6.952 (1.494 machos, 3.558 hembras y 1.900 crías).
El Patrimonio contabiliza el mismo número de gamos y 100 ciervos menos. Sin embargo, los cálculos sobre jabalíes (700) y conejos (50.000) no son considedos fiables por la AMA, que defiende cifras mucho más altas, aunque sin precisar.
Medio Ambiente quiere conseguir que estos niveles de población se reduzcan considerablemente en estos años para llegar al mes de septiembre de 1996 con la mitad de población animal que la actual. Cuando se cumpla este plazo, los ciervos tendrán que ser 2.842 (1.165 machos, 1.160 hembras y 517 crías), y los gamos, 2.949 (730 machos, 1.570 hembras y 649 crías).
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